"Ese no es el modelo que queremos", manifestó ayer de forma contundente el rector de la Universidad coruñesa, José María Barja, en torno al proyecto de residencia para estudiantes gestionada por una empresa privada que la Consellería de Medio Ambiente e Infraestruturas defiende frente al planteado hasta ahora, que sería de carácter público. Rodeado por la mayoría del equipo de gobierno de la institución académica, Barja compareció ayer ante los medios de comunicación para expresar su rechazo a la anulación por la Xunta del concurso para la construcción de la residencia y para solicitar una reunión urgente con el conselleiro en la que se aborde esta cuestión.

El rector calificó de "injusta y lesiva para los estudiantes y la ciudad" la decisión del Gobierno gallego de renunciar a financiar un complejo público de 600 alojamientos para los alumnos de la Universidad y reclamó al Ayuntamiento que mantenga el "apoyo" a esta instalación, ya que el nuevo Gobierno local ha dado su respaldo a la medida adoptada por la Xunta.

Pese a que la retirada del concurso ya fue publicada en el Diario oficial de Galicia, el rectorado todavía no ha recibido ninguna comunicación oficial, según aclaró Barja, quien piensa reclamar a la consellería que le remita este acuerdo, que se justificó por la falta de recursos que padece la administración autonómica a consecuencia de la crisis económica. "En tiempos como estos, a la Universidad se nos está pidiendo mucho y al mismo tiempo se nos recorta", se lamentó el máximo responsable de la institución, quien destacó que todos los análisis económicos coinciden en que para salir de la crisis es necesario incrementar la educación en todos los niveles.

El rector criticó la postura adoptada por la Xunta sobre este proyecto y recordó que desde A Coruña se ofrecieron alternativas para hacerlo posible, como su ejecución por fases, propuesta que fue descartada por la consellería.

Barja no descartó que la Universidad llegue a plantear un recurso contra la anulación del concurso, posibilidad que se menciona en el propio acuerdo de la Xunta, y expresó sus reticencias hacia la gestión de la residencia por una compañía privada, ya que ese modelo implica que la concesionaria deba "obtener beneficios".

También mostró el rector su preocupación por las consecuencias que pueda generar el cambio que pretende aplicar el Gobierno gallego en la fórmula para construir el complejo de alojamientos, ya que los terrenos en los que se ubicará fueron expropiados para una actuación pública, lo que podría dar pie a que los antiguos propietarios reclamaran su reversión, como sucedió en los casos del campo de fútbol del Relámpago de Elviña, donde finalmente se construyó parte del polígono residencial de Someso, y del parque ofimático, en el que el proyecto inicial de un área para empresas de alta tecnología dio paso a un grupo de viviendas.

"Eso es parte de los problemas que tienen ciertos cambios de modelo", comentó Barja sobre la posibilidad que se abre ahora para quienes fueron expropiados para que se construyese la residencia". El rector mencionó además los posibles cambios que puede tener el abandono de la gestión pública sobre el proyecto urbanístico que se había diseñado para el complejo residencial, que incluía la construcción de zonas de uso público destinadas a los vecinos de Castro de Elviña, con quienes se acordó esta iniciativa con el fin de favorecer el proceso de expropiación.

Pese al llamamiento efectuado por Barja para que el Ayuntamiento se ponga al frente de la exigencia de una residencia universitaria pública, el alcalde se pronunció ayer mismo en términos diferentes a los reclamados por el rector. "La prioridad básica es que después de seis años se resuelve de una vez el proyecto", declaró Carlos Negreira, para quien "si lo hacen con un sistema u otro me es indiferente entre comillas, por la difícil situación económica que existe".

El regidor recordó que las residencias universitarias de los campus de Vigo y Ourense se gestionan a través de concesiones administrativas a empresas y se mostró partidario de que el complejo proyectado en A Coruña se construya cuanto antes porque han transcurrido "demasiados años mareando la perdiz".

En relación con la reclamación de José María Barja de una reunión con la Consellería de Infraestruturas para desbloquear el proyecto, Negreira la calificó de "razonable".

Durante la comparecencia pública que efectuó ayer, el rector destacó la trascendencia que tiene para la Universidade da Coruña la disponibilidad de alojamientos públicos, ya que son 8.000 los alumnos procedentes de otras localidades que cursan sus estudios en la ciudad, entre ellos los que participan en el programa europeo de intercambio Erasmus.

El rectorado facilitó amplia documentación sobre las gestiones desarrolladas en los últimos años para poner en marcha la residencia y los sucesivos requerimientos realizados por el Gobierno del Partido Popular desde su toma de posesión en 2009. Entre esos textos figura el acuerdo adoptado el pasado mes de marzo por el Consello de Goberno de la Universidad, en el que denunciaba la "discriminación intolerable" que padecía A Coruña por carecer de residencia y reclamaba la adjudicación "inmediata" de las obras.