La reanudación de los botellones en la plaza del Humor en las últimas semanas, desvelada ayer por LA OPINIÓN, lleva al alcalde, Carlos Negreira, a anunciar que el Ayuntamiento tomará "las medidas necesarias" para evitar que vuelvan a realizarse estas concentraciones en ese punto, ya que la normativa municipal las prohíbe al estar calificado como zona de especial protección.

"Cualquier foco de botellón no tiene cabida, se produzca donde se produzca, dentro de las zonas de especial protección", advirtió el regidor, quien manifestó su intención de que se cumpla la legislación vigente "y específicamente en la plaza del Humor", lugar en el que comenzó a desarrollarse este fenómeno en la ciudad.

Los vecinos de la zona apreciaron hace tres semanas el retorno de los grupos de jóvenes en las noches del fin de semana para consumir bebidas alcohólicas, por lo que la asociación de residentes Distrito 1 expresó su deseo de reunirse con el concejal de Medio Ambiente para exponerle su exigencia de que se atajen estas concentraciones antes de que alcancen unas dimensiones exageradas.

Pese a que por el momento no se han denunciado destrozos o alborotos, los vecinos recuerdan las multitudinarias reuniones que se formaban en la plaza antes de que fueran prohibidas y temen que la falta de vigilancia policial lleve a los jóvenes a volver a asentarse en el lugar.

El anuncio del alcalde de que prohibirá la vuelta del botellón a la plaza del Humor hizo pronunciarse a la concejal del BNG Ermitas Valencia, responsable del área de Juventud en el anterior Gobierno local, a favor de emplear la actual normativa municipal para regular estas concentraciones. "Es suficiente para garantizar tanto el uso del espacio público por parte de la juventud como el derecho al descanso de los vecinos y la protección de nuestro patrimonio", declaró la edil nacionalista, cuya formación defiende la conservación de la denominada ordenanza de convivencia.

Para Valencia, "no se puede criminalizar a la gente joven con el botellón, como intenta hacer el Partido Popular", ya que en su opinión esta formación prefiere "sancionar y prohibir" desde la Xunta en lugar promover la prevención del alcoholismo y la educación de la juventud.

La concejal recordó las actuaciones desarrolladas por el anterior Gobierno municipal en este terreno, como el programa de ocio alternativo Noitenova -cuya continuidad se desconoce por el momento- y la red de Locales de Ensayo y señaló que la juventud "participa activamente siempre y cuando se le deje participar", para lo que recordó el elevado número de jóvenes que acuden al Centro Municipal de Información Xuvenil y a las actividades que se ofertan a través de él.

Frente a la postura del BNG, Esquerda Unida se pronunció ayer a favor de derogar la ordenanza de convivencia al considerarla "lesiva para los derechos de los ciudadanos", en especial contra el de reunión, así como por su "marcado carácter recaudatorio". El grupo municipal que lidera César Santiso estima que esta normativa no ha solucionado los problemas que genera el botellón, que en su opinión no se resolverán mediante la prohibición del consumo de alcohol en la calle. Para Esquerda Unida, el hecho de que sea el concejal de Seguridad el encargado de abordar esta cuestión en el Gobierno local "muestra la poca voluntad del PP de dar un viraje en este asunto".

El responsable del Área de Juventud de Esquerda Unida, Jorge Crego, manifestó que solo "mediante el diálogo con la juventud" y con la "participación ciudadana" se puede poner en marcha una respuesta adecuada a los problemas que causa el botellón.