La paralización del funcionamiento del tranvía turístico por la avería ocurrida en un tramo de sus vías enfrentó ayer al Gobierno local y la oposición socialista, ya que el alcalde, Carlos Negreira, acusó al anterior Ejecutivo municipal de "poner en riesgo las vidas" de los viajeros y los trabajadores de estos vehículos, mientras que la portavoz del PSOE, Mar Barcón, negó que hubiese peligro para los usuarios del tranvía.

Negreira aseguró que sus antecesores conocían el "estado lamentable en el que estaban las vías", que en su opinión "aconsejaba claramente que no se usaran para el transporte", por lo que la decisión de mantener en servicio el tranvía revela el "grado de insensatez" del anterior Gobierno municipal al no tomar medidas preventivas.

"Sabe que está mintiendo", manifestó posteriormente Barcón tras conocer las palabras del alcalde, de quien dijo que sospecha que su orden de paralizar el tranvía es en realidad una "estratagema" para suprimirlo. La portavoz socialista negó que el Ayuntamiento gobernado por PSOE y BNG hubiese tenido conocimiento de la existencia de problemas de seguridad en este medio de transporte y rechazó que se hubiesen tomado decisiones que pusieran en peligro a los viajeros.