Tras más de diez horas de negociación, la empresa concesionaria del servicio de tratamiento de basuras, Albada, y el comité que representa a sus empleados firmaron ayer el fin de la huelga indefinida en la planta de Nostián y el convenio colectivo que regirá a la plantilla durante lo que queda de este año y el próximo.

El trabajador que fue despedido por una supuesta agresión a un guardia de seguridad -que, según explicó Albada, estaba defendiendo a una empleada de los insultos que le estaban profiriendo sus compañeros- será readmitido, aunque tendrá que cumplir la segunda sanción más grave que impone la firma: suspensión temporal de empleo y sueldo. Según el portavoz de los trabajadores, Xosé Manuel Vilariño, es la manera que tiene la empresa de justificar el despido. "Esta sanción no quiere decir que sea culpable. La readmisión fue consensuada con el trabajador, que aceptó la sanción", explicó Vilariño.

En diez horas de reunión hubo unos momentos más tensos que otros, de hecho, según el portavoz de los trabajadores, la discusión sobre los turnos de trabajo estuvo a punto de romper la negociación, aunque, finalmente, no lo hizo. "Se aplicará un sistema nuevo de turnos rotativos para nueve empleados, que trabajarán, mañana, tarde y noche durante todo el año, en lugar de que uno de ellos tenga siempre el horario nocturno", explicó Vilariño.

Los puntos que firmaron ayer, pasadas las cuatro y media de la madrugada y en una mediación que había alcanzado ya las diez horas de duración, son más de cuarenta y, en ellos, están incluidos los que ya se habían plasmado en el preacuerdo del 24 de abril, el que frenó in extremis otra huelga indefinida en la planta, y que sentó las bases del nuevo convenio colectivo.

Esta firma nocturna fue ratificada, al mediodía por la asamblea de trabajadores porque, sin su visto bueno, no se podría poner fin al conflicto.

De los 130 asalariados que componen la plantilla, acudieron, según el portavoz del comité de empresa, 69 a la reunión, de los cuales ninguno votó en contra de la propuesta firmada por la empresa y por los trabajadores; cuatro se abstuvieron y 65 levantaron su mano a favor de firmar la paz con Albada.

Este convenio colectivo obliga a la empresa a pagar a los trabajadores la subida del IPC de 2010 y también de 2011; a implantar un sistema de libranzas de tres sábados de descanso y uno trabajado al mes y a dar prioridad a los vecinos de Nostián, Bens, Meicende, A Coruña y Arteixo al hacer sus contrataciones.

El alcalde, Carlos Negreira, que desde el principio del conflicto se negó a mediar entre las dos partes, expresó ayer su satisfacción por el acuerdo. Atrás quedan seis días de huelga, de contenedores llenosseis días de huelga y de recogida de basura por las tardes y más de 50.000 euros en daños a la concesionaria de este servicio, Cespa, que tuvo que afrontar ataques a sus camiones en su base de A Grela y en las calles. Unos incidentes, sin embargo, de los que el comité de empresa no se responsabiliza.