La recaudación municipal por los principales impuestos y tasas permanecerá invariable en 2011 con relación al año pasado, ya que el Gobierno local la cifra en 66,24 millones de euros cuando en 2010 se preveía alcanzar los 66,3 millones, 2 más de los que se esperaban en 2009. El Ayuntamiento mantendrá abierto hasta el 30 de noviembre el periodo de pago voluntario del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y las tasas de recogida de basuras, cementerios, ocupación de la vía pública y vados, para los que emitió 205.938 recibos, frente a los pocos más de 204.000 del ejercicio precedente.

Los contribuyentes podrán abonar estos tributos en la sede de la Concejalía de Hacienda en la calle de la Franja, de 08.00 a 14.00 horas de lunes a viernes, en las entidades bancarias colaboradoras, en los cajeros automáticos de NCG Banco y en la página web municipal: www.coruna.es.

Para el próximo año, el Ejecutivo municipal ha anunciado una congelación de los tributos, por lo que serán ya tres los ejercicios en los que no se produzca un incremento de la presión fiscal. Pese a que el año pasado Carlos Negreira exigió al anterior Gobierno local que redujese en un 2% la carga impositiva, una vez en la Alcaldía ha descartado aplicar esa medida al considerar que la situación financiera del Ayuntamiento impide hacerlo.

Entre las iniciativas que pondrá en marcha la administración municipal el próximo año para el "apoyo a las familias coruñesas" figura el pago fraccionado del Impuesto de Bienes Inmuebles, que además será bonificado con un descuento del 2%. Quienes deseen acogerse a esta medida deberán domiciliar sus recibos, que les serán pasados al cobro en abril y octubre.

Otro de los impuestos en los que se introducirán bonificaciones es el del Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, conocido popularmente como plusvalía, en el que se reducirá un 20% a los que deban abonarlo por la transmisión de propiedades motivadas por el fallecimiento del titular, siempre que se trate de la vivienda habitual y que pase a manos del cónyuge, los descendientes y adoptados, así como los ascendientes y adoptantes.