Los vecinos del Agra do Orzán creen que la negativa del Gobierno a ceder los terrenos anexos al edificio del Observatorio es "equivocada". La razón que aduce el Ministerio de Medio Ambiente para no traspasar la titularidad de los 1.500 metros cuadrados que los vecinos le piden y así poder gozar de la única zona verde que queda en el barrio es que tiene que garantizar el acceso de los empleados de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) al edificio del Observatorio.

El presidente de la entidad vecinal, Carlos Suárez, asegura que ese paso no se vería interferido en ningún momento, ya que o bien podría conservarse por el parque o se podría modificar para que los trabajadores pudiesen llegar al edificio por otra parcela.

El alcalde, Carlos Negreira, admitió ayer que no había "puesto sobre la mesa" todavía la revisión del plan del parque del Agra porque, entre otras cosas, tenía otros asuntos importantes en su agenda, como los presupuestos. "Lo estudiaremos como todo, pero el balance después de tantos años es el que es en esa zona", resolvió finalmente el regidor municipal.

Ante esta primera falta de apoyo del Gobierno, los vecinos estudian ahora la manera de hacerle llegar al Ministerio de Medio Ambiente sus alternativas. Quieren que reconsidere su decisión y les deje entrar por la puerta que dejó abierta al contestar la pregunta presentada por el diputado nacionalista Francisco Jorquera que, si bien no garantizaba la cesión de los terrenos anexos al edificio, sí que decía que respaldaba a los vecinos en sus peticiones de que hubiese más zonas verdes en el barrio.

El diputado nacionalista proponía al Gobierno que el muro que cierra los terrenos del Observatorio -y a los que se accede por una entrada en la calle Canceliña- fuese retrasado hasta el edificio en el que se encuentran las dependencias meteorológicas. De ese modo, hasta 1.500 metros cuadrados se quedarían libres de uso y se podrían dedicar a zonas ajardinadas. Los vecinos consideran que la cesión de esos terrenos no supondría una merma a las instalaciones estatales, ya que podrían seguir realizando su labor dentro del inmueble y, además, tendrían el acceso garantizado.

En su pregunta, Jorquera apelaba a las deficiencias con las que ha tenido que vivir el barrio a diario, no solo a que es una zona muy poblada que carece de cualquier tipo de espacio común en el que los vecinos más pequeños puedan relacionarse y los adultos hacer deporte, sino también a que el olor de la refinería inunda sus calles. Esta falta de lugares abiertos justificaba, para los nacionalistas, que los residentes en este ámbito reclamasen los terrenos anexos al Observatorio para el Ayuntamiento y, por extensión, para su uso y disfrute. Los vecinos trabajan ahora en la fórmula que utilizarán para forzar al Estado a que vuelva a estudiar su petición.

La Aemet se aferra ahora al edificio del Agra, a pesar de que, en 2005, cuando el exalcalde Francisco Vázquez anunció que haría una gran zona verde en la zona, estaba obligada a deshacerse de él.

"Si en su día se hubiese desarrollado el proyecto original, tendrían que trasladarse, así que seguro que tienen una alternativa", explica García.

La imprecisa contestación proporcionada por el Ministerio de Medio Ambiente al diputado nacionalista Francisco Jorquera sobre la cesión de 1.500 metros cuadrados de terrenos del Observatorio al Ayuntamiento para su conversión en zona verde es interpretada no obstante por el grupo municipal del BNG como un respaldo a esta iniciativa.

La respuesta del Gobierno indica que los fines de la Agencia Estatal de Meteorología "son apoyar las demandas de los vecinos de la zona en relación a disponer de áreas verdes", aunque en ningún momento anuncia que tenga intención de ceder la parcela reclamada. El organismo advierte además de que debe "garantizar el acceso a sus instalaciones", aunque, aún así, "apoya la mejora de la calidad de vida de los vecinos de la zona".

Para la concejal del Bloque Ermitas Valencia, este texto supone que la propuesta efectuada al ministerio "no interfiere en el trabajo del Observatorio, por lo que solicitará al Gobierno local que reclame a Madrid la cesión de los terrenos. El grupo municipal del BNG ya transmitió al alcalde, Carlos Negreira, tanto la pregunta efectuada en su día por Jorquera como la contestación realizada por el Ejecutivo central.

Valencia destaca la necesidad de espacios libres en el Agra do Orzán, barrio con la densidad de población más alta de la ciudad, ya que se contabilizan 688 habitantes por cada hectárea de superficie.