Un hombre ha sido condenado a una pena de tres meses y quince días de prisión por haber estafado 1.052 euros a un hombre al que atendió en la parrillada en la que trabajaba. El juez considera probado que el condenado aprovechó que el cliente del establecimiento pagaba con su tarjeta una comida de 33 euros para adueñarse de todos los datos que necesitaba para poder efectuar compras desde la cuenta de la víctima.

El condenado, según consta en la sentencia, utilizaba los datos de la cuenta bancaria para acceder a páginas de internet de pago.