El presidente de la Diputación, Diego Calvo, propuso ayer a los alcaldes de la provincia que mancomunen servicios con otros concellos en una experiencia piloto que, dijo, "tendría mucho sentido" para ahorrar costes, aligerar la estructura administrativa y garantizar las prestaciones a los ciudadanos en tiempos de crisis. Según el dirigente provincial, estos acuerdos podrían ser un primer paso para fusionar concellos aunque descartó que el organismo provincial vaya a iniciar una campaña en este sentido. "No me gusta hablar de fusión y no me gusta hablar de nada impuesto o de reforma", explicó Calvo, que pide que sean los propios regidores los que propongan la manera de colaborar con otros homólogos para poder evitar así "problemas de ser absorbido o absorbente".

La prestación conjunta de servicios, como la recogida de basuras o el mantenimiento de un centro social para varias parroquias, propiciaría una mayor atención económica por parte de la Diputación, apuntó el presidente. En los presupuestos del año que viene se financiarán "sobre todo", insistió, proyectos mancomunados y sostenibles aunque no desvía la atención de que esta iniciativa propicie una posible unión de concellos en la provincia. "Ojalá A Coruña sea la primera de España en reducir el número de municipios", expuso Calvo, que aunque dijo no tener un número "ideal" de ayuntamientos, apostilló que serían "bastantes menos de 94".

El dirigente provincial desveló que los primeros ediles de algunos concellos coruñeses, pertenecientes a distintos partidos políticos, ya han mostrado su "interés" por participar en la experiencia piloto, aunque también reconoció que existen ciertos localismos a la hora de abordar la redistribución del mapa territorial de A Coruña. "Muchas parroquias que pertenecen a un concello determinado están más relacionadas o tienen más que ver con otro concello", denunció Calvo, que cree que hay que revisar estas situaciones porque la "proximidad territorial" también supone abaratar costes en los servicios. La clave en todo el proceso sería conseguir ahorrar lo máximo posible y sanear las arcas municipales, pero el presidente de la Diputación puntualizó que no se trata de recortar en "sueldos de políticos" porque, defendió, "a nivel global no resulta significativo".

El responsable provincial no se limita a los concellos a la hora de apostar por la colaboración y cree que este tipo de prestaciones conjuntas se deberían extender a otras instituciones. "Lo que es básico es no duplicar servicios y también hablo de la propia administración autonómica y general", matizó Calvo, que apuesta por ver "a que se dedica cada uno de nosotros".

Presupuestos

La elaboración de los presupuestos de la Diputación para el año que viene está siendo "complicada", según el presidente del organismo, que asegura que se están redactando "a ciegas". Calvo culpa al Gobierno central de haber convocado las elecciones generales para el 20 de noviembre y le acusa de, desde el verano, no asumir su trabajo en cuanto a la previsión de transferencias. "No toma decisiones y no concreta lo que cada concello recibirá de las cuentas del Estado", denunció. Calcula que hasta abril del año que viene no se conocerán las partidas que el Ejecutivo estatal dedicará a otras administraciones, por lo que lamenta que en este momento se tendrán que "ajustar" los presupuestos de municipios y diputaciones.

El descenso en el documento financiero provincial para 2012 será de alrededor de 20 millones de euros y la principal novedad será la exigencia a los municipios de que tengan saneadas sus cuentas para recibir ayudas de la Diputación. El presidente del organismo también alertó de que no habrá subvenciones para alcaldes que financien "grandes obras faraónicas" pero que después no puedan asumir el coste "de la piscina o el polideportivo" y también les pidió "corresponsabilidad fiscal" para que se cobren las tasas con diligencia para poder mantener servicios.

El presidente de la Diputación coruñesa, Diego Calvo, firmó ayer convenios de colaboración con representantes de 16 ayuntamientos -Arteixo, Arzúa, Betanzos, Boiro, Boqueixón, Brión, Carballo, Cee, Miño, Noia, Ordes, Ortigueira, As Pontes, Ribeira, Santa Comba e Vimianzo- para mantener los Grupos Municipales de Intervención Rápida (Grumir). El organismo provincial invierte 720.000 euros en esta iniciativa -45.000 euros para cada concello- y esta partida servirá para sufragar gastos de personal y material no consumible de estas agrupaciones que emplean, en todos los municipios, a 224 personas.

Calvo destacó que el trabajo de estos grupos es "fundamental" y "vital" para atender las emergencias que se registran a diario en los concellos de la provincia y puso como ejemplo el caso de Ribeira en cuanto a los incendios de los últimos meses. Afirma que, según su alcalde, Manuel Ruiz Rivas, de los 50 fuegos que se declararon, el Grumir fue el que primero llegó en 49, probando la eficacia de este servicio.

Fue en 2002 cuando se crearon estos equipos en los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes para que atendieran tanto incendios, como problemas de circulación o casos de riesgos naturales. Además, se preveía su colaboración con las autoridades competentes para controlar la seguridad vial, aglomeraciones de personas y también para llevar a cabo actuaciones preventivas.

Con respecto a los fuegos, el presidente de la Diputación no descartó ayer que la Xunta asuma la gestión de los parque comarcales de bomberos para evitar "duplicidades" entre administraciones. Calvo considera que se deben fijar competencias sobre estos efectivos antiincendios.