Rafael Amargo se subió ayer al escenario del Palacio de la Ópera para interpretar su espectáculo más íntimo. Mezcla tradición flamenca con las pinceladas que le hicieron pasear su arte por los escenarios de todo el mundo, un componente de danza contemporánea que une los sentimientos más profundos de la música de raíz con el público actual. Amargo aparcó su faceta de bailador en el Palacio de la Ópera y, tras acabar el espectáculo, se fue al playa Club para ejercer de pinchadiscos en una sesión en la que los espectadores de 'Íntimo' entraron de manera gratuita.