La crisis previa a los comicios del Rectorado ha convertido el tema de los edificios sin licencia en arma arrojadiza electoral. Han sido varios aspirantes de los distintos grupos que se presentan los que han pedido explicaciones al rector, al igual que otros miembros de la comunidad universitaria. La principal duda, si la destitución del vicerrector de Infraestructuras es suficiente o si serían todos los responsables rectorales los que tendrían que rendir cuentas.

Así se lo plantearon al rector, José María Barja, el pasado 20 de octubre, en el Consello de Goberno, la primera vez que se pudo escuchar al máximo responsable académico hablar de las construcciones sin licencia en el campus de Elviña.

Le interpelaron el comité de empresa, los representantes estudiantiles y un candidato al Rectorado, Luis Castedo. Barja alegó entonces que ignoraba la ejecución de obras de forma irregular y que la Universidad se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento coruñés para revisar todos los trámites y paralizar cualquier obra sin los permisos pertinentes.

Sobre esto, el alcalde, Carlos Negreira, afirmó que no permitirá que nadie "se salte la ley" y menos en una entidad pública como la universidad. En todo caso, aplazó cualquier decisión al respecto a la espera de conocer el ganador de los comicios rectorales de final de año.

El Consello Social de la Universidad, presidido por Antonio Abril, señaló que no se podría volver a repetir la situación y aplaudió la decisión de destituir al vicerrector, aunque disculpó al resto de responsables porque, según manifestó, actuaron "sin mala fe".

Quien sí está convencido de que todos conocían la práctica urbanística es el presidente del comité de empresa del PAS, Xosé Portela, que critica "la doble moral que se palpa cuando interesa": "La comunidad universitaria culpa a todo el equipo porque el vicerrector no pudo actuar de forma individual".