La calle Francisco Añón fue el escenario ayer a las 11.30 horas de una intervención de los bomberos, que se vieron obligados a entrar por la ventana del quinto piso de un inmueble ante la negativa de la mujer que vive allí a abrir la puerta. La médica que atiende de forma habitual a esta persona trataba de comprobar su estado, ya que padece trastornos mentales, pero ella se negaba a facilitarle el acceso argumentando que se encontraba bien.

Los bomberos desplegaron en el lugar el vehículo dotado de escalera telescópica, en cuya cesta subieron un miembro de este servicio municipal y un agente del Cuerpo Nacional de Policía. Una vez en el interior de la vivienda, en la que la luz había sido cortada, el bombero abrió la puerta, mientras el policía se interesaba por la mujer, que insistía en que no la molestaran.

Un equipo del servicio de emergencias sanitarias 061 se desplazó también a la zona para prestar asistencia a la mujer en caso de necesidad.