Un grupo de padres del Colegio Alborada se concentró ayer por la mañana en el centro para protestar por la escasez de plazas en el transporte escolar. Los afectados por la reducción de transporte son 24 familias que residen lejos de las instalaciones, principalmente en Eirís y O Castrillón. Los padres de los alumnos se ven obligados a llevarlos al colegio, con el consiguiente perjuicio que les supone.

Los familiares de los estudiantes se quejan porque carecen de transporte escolar y tampoco han recibido la ayuda económica prometida la Consellería de Educación, según denunció ayer Susana González, presidenta de la Asociación de Nais e Pais de Alumnos del Alborada en declaraciones a Radio Coruña. "La Xunta les ha propuesto, siempre verbalmente, ayudas. Creo que debería de darles una solución, o bien que arregle con las líneas que hay o bien darles una ayuda económica para que puedan desplazarse en transporte público", indicó la representante de los padres y madres de los estudiantes, quienes aseguran que la falta de transporte les impide conciliar su vida laboral y familiar.