El futuro del prometido metro ligero es una incógnita. Las dudas de la Xunta sobre la viabilidad económica del proyecto, aún en proceso de redacción, no se despejarán hasta que un nuevo equipo de gobierno se haga con el bastón de mando del Ejecutivo gallego. Los presupuestos autonómicos de 2012 incluyen una partida de más de 300.000 euros consignada a "estudios de viabilidad y anteproyecto" y las arcas autonómicas destinarán otros 43.000 para concluir el trabajo, de redacción, en 2013. "En ese momento habrá nuevas elecciones y será el Gobierno gallego que escojan las urnas el que se encargue de tomar las decisiones", admitió ayer el director xeral de Mobilidade, Miguel Rodríguez Bugarín, cuestionado sobre sus "planes" para el metro ligero coruñés.

El actual Ejecutivo autonómico delegará a la corporación que le suceda al frente de San Caetano, tras los comicios previstos para marzo de 2013, "un documento pormenorizado y riguroso, sobre el metro ligero, del que se carecía". Así lo anunció el responsable de Mobilidade después de mantener una reunión, sobre "temas de transporte", con los alcaldes de la comarca en el edificio administrativo de la plaza Luis Seoane. Lo que hará el próximo Gobierno gallego con ese estudio es, por tanto, una incógnita.

Aunque ha asumido ciertas dudas sobre la financiación del proyecto, el Ayuntamiento, sin embargo, garantiza la implantación del metro ligero en la ciudad. Reconoce que la crisis económica y sus repercusiones en las arcas públicas podrían complicar la puesta en marcha del metro ligero, pero, tal y como indicó la pasada semana el responsable municipal de movilidad, Julio Flores, el Consistorio se basa en que "no es un simple estudio, sino un anteproyecto" para avalar que el tranvía que unirá A Coruña con el área metropolitana pasará del papel a la realidad.

En la línea de un "anteproyecto" hablaba ya Rodríguez Bugarín cuando, el 26 de octubre, reconoció que la viabilidad económica del metro ligero "es más complicada que la viabilidad técnica". Según el director xeral de Mobilidade, la redacción del nuevo estudio -el Ayuntamiento solicitó el primero en el año 2000, del que surgió el actual tranvía, y el Gobierno del bipartito autonómico licitó otro estudio en 2006, paralizado en mayo de 2010 por la actual Xunta- incluirá la idea básica de la primera línea del metro ligero y todos los detalles de la misma, para que solo con la redacción del proyecto puedan comenzar las obras.

Los 324.246 euros que la Xunta prevé destinar el próximo año para "estudios de viabilidad y anteproyecto" no es la última partida que se consignará al estudio del metro ligero en esta legislatura. En 2013, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas destinará para el tranvía 43.233 euros.

El departamento que encabeza Agustín Hernández anunció tras presentar las cuentas de 2012 que la última dotación económica -antes de las elecciones gallegas- es necesaria para la aprobación del plan de red y su memoria ambiental, la elaboración del estudio de viabilidad y alternativas; el anteproyecto de construcción del corredor elegido y explicación; y el estudio económico-financiero, documento en el que se definirán las infraestructuras, las instalaciones, los sistemas de explotación y una propuesta de reordenación urbana.

Las dudas sobre la viabilidad económica han obligado a la Xunta a buscar nuevas "fórmulas de financiación"; en concreto, dando entrada a un posible proceso de concesión a una entidad privada. "Seguiremos trabajando para dejar dibujada esa red con el objetivo de que en el momento en el que haya iniciativa privada pueda ejecutarse esa infraestructura", avanzó el conselleiro a finales de septiembre.