El Gobierno local garantiza que las 18 cámaras de seguridad que se instalarán a lo largo del recorrido del actual carril bus para dar prioridad al paso del autobús en intersecciones y semáforos y para vigilar que los conductores no realicen maniobras indebidas no enfocarán en ningún caso las aceras ni a los que paseen por ellas sino solo al tráfico. El alcalde, Carlos Negreira, aseguró que la privacidad de los vecinos no se verá comprometida, ya que los dispositivos de grabación tendrán como único objetivo facilitar la circulación en la ciudad.

Esta decisión de llevar la videovigilancia al control del tráfico surge después de que el Gobierno local eliminase de sus planes de futuro el carril bus que había impulsado el anterior Ejecutivo para mejorar las frecuencias de las líneas que pasaban por San Andrés y Federico Tapia. En 2008, el ahora alcalde y entonces portavoz de la oposición, Carlos Negreira, criticaba que se hubiese implantado el carril exclusivo en zonas comerciales y sin haber desarrollado un plan de movilidad conjunto para toda la ciudad. Negreira dice ahora que el estudio de movilidad que maneja el Gobierno local le dice que la opción del carril bus "tal y como estaba", con las "aletas de tiburón" no era viable y que por eso ha decidido cambiar de modelo. Dice que habrá dificultades, pero que, en el momento en el que se hayan superado, se exportará la idea a otras ciudades de Galicia.

El concejal de Movilidad, Julio Flores, explicó ayer en Radio Coruña que se hará un buen uso del sistema onda verde -los conductores de autobuses que vayan retrasados pueden abrir los semáforos apretando un botón para ganar el tiempo perdido-, que ya funcionaba en algunas líneas de la ciudad, aunque, desde el punto de vista de Flores, de una manera deficiente.

"Se instaló el sistema en semáforos aislados y donde no pasaba el autobús", denunció el concejal de Movilidad, que aboga por automatizar el sistema de la onda verde y conseguir saltarse el paso de apretar el botón con la instalación de un GPS en los buses que indique si van o no retrasados a su paso por los semáforos. En caso de que fuese así, los discos se pondrían en verde para que los usuarios no llegasen tarde a sus citas.

La eliminación del carril bus lleva una buena noticia a los comerciantes de Federico Tapia y de San Andrés y es que, según Flores, se recuperarán aparcamientos en superficie para favorecer las compras y los "recados", aunque de una manera diferente a como se habían entendido hasta el momento.

Se perseguirá la doble fila durante las 24 horas del día con las cámaras de videovigilancia -tomarán una fotografía de los vehículos infractores y se pasará a los agentes de la sala de pantallas de la Policía Local para que ellos decidan si el conductor debe ser o no multado- pero se favorecerá el "aparcamiento exprés" porque habrá plazas destinadas a que los vehículos estacionen hasta un máximo de 20 minutos. Este servicio se incluirá dentro de la nueva ordenanza de la ORA. Las zonas de carga y descarga se aumentarán también para que los negocios de la zona tengan un poco más fácil seguir con sus puertas abiertas.

El Gobierno local estima que "a finales del mes de diciembre" el tramo que une Federico Tapia con la calle San Juan esté ya disponible para que el autobús, sin contar con un carril específico, tenga prioridad sobre los demás vehículos. Se llamará Red Urbana Eficiente y teñirá de color naranja las calles en las que se implante. La reordenación del tráfico se realizará poco a poco hasta alcanzar a todos los recorridos con problemas de cumplimiento de frecuencias y es que el Gobierno local no quiere priorizar a unos usuarios del transporte urbano frente a otros.

"Se ha hecho un estudio tramo por tramo desde Federico Tapia a Rosalía de Castro, Francisco Mariño, plaza de Pontevedra, San Andrés y San Juan para adaptarnos a las características de esta vía", explicó Julio Flores.

Los vecinos mostraron ya su desconfianza sobre la utilidad de este nuevo intento de reordenar el tráfico de la ciudad y es que consideran que los dos tramos de carril bus que el Gobierno local tilda de decimonónico consiguieron que las frecuencias se cumpliesen, algo que antes no pasaba y temen que la Vía Prioritaria Vigilada no sea tan eficiente y que revierta la situación actual al no poder combatir la doble fila y los aparcamientos indebidos en las paradas de los autobuses.

El "aparcamiento exprés", los dispositivos para que los semáforos se abran para que pase el autobús y se cierren para el vehículo privado, la ampliación de las zonas de carga y descarga, las cámaras de seguridad y las señales de color naranja tendrán un coste, aunque el Gobierno local, según explicó ayer el concejal de Movilidad, Julio Flores, en Radio Coruña, confía en que la Unión Europea financie gran parte de este proyecto.

"Estamos pendientes de que nos confirmen una subvención importante de la Unión Europea para este tema. Con la seriedad con la que hemos trabajado y la planificación que hemos hecho, estoy seguro de que la Unión Europea mirará con mucha atención este proyecto y nos apoyará para poder extenderlo por toda la ciudad", comentó Julio Flores.

El alcalde, Carlos Negreira, sin embargo, va un poco más allá y cree que el modelo de reordenación del tráfico en la ciudad se podrá exportar y aplicar en otras zonas de Galicia, no en vano, hay ciudades como Londres, Cartagena y Bilbao que ya se han subido al carro de dejar vía libre a los autobuses en los semáforos y en los cruces.

El Ayuntamiento estudia colocar las 18 cámaras de seguridad en catorce vías -aunque el número es susceptible de ser cambiado por las necesidades de la circulación- con problemas de tráfico en la ciudad, entre ellas se encuentran dos de las grandes arterias de la ciudad: la ronda de Outeiro y la de Nelle. El Concello asegura que la implantación de este sistema está todavía siendo analizada y que no hay ubicaciones decididas ya.