Las calles han perdido, en los últimos diez días, a tres de sus habitantes habituales. Eran indigentes, dormían en una plaza de San Cristóbal, en la entrada de un pequeño comercio ya cerrado de la calle San Andrés y en el esqueleto de un edificio en construcción en Vioño.

Las causas de la muerte, a falta de que la autopsia diga lo contrario, son naturales. No son los primeros mendigos que se mueren este año, en abril, otro vagabundo falleció mientras descansaba en uno de los bancos del paseo de Las Esclavas.

Unos vecinos de Vioño alertaron a los miembros del Grupo Municipal Socialista, hace dos días, de que un hombre había fallecido en las obras de un edificio del barrio. Cuando levantaron el cadáver, según confirmó la portavoz del PSOE, Mar Barcón, vieron que el hombre llevaba ya varias jornadas muerto. Tan solo unos días más tarde, el lunes 28, a eso de las tres de la tarde, un vecino llamó a la Policía Local para alertar de que había un mendigo en un portal de la calle San Andrés que no se movía. Había fallecido. Tenía un saco de dormir y un cartón de vino. La Policía Nacional ha confirmado ya que era un ciudadano extranjero y trabaja ahora en la comprobación de su identidad.

Tan solo unas horas más tarde, la medianoche del martes al miércoles, otro indigente, un hombre de 54 años, fallecía en la plaza de San Cristóbal. Algunas de las personas que le conocían y que han hecho, como la víctima, de la calle su hogar, ya que han montado un pequeño campamento en la zona, explicaron que era alcohólico, que no se cuidaba y que, últimamente, su salud se había degenerado a pasos agigantados.

El portavoz municipal de Esquerda Unida, César Santiso, insta al Ayuntamiento a hacer un albergue municipal con unas normas menos estrictas que las de los refugios concertados que prestan ya servicio en la ciudad. Dice Santiso que algunos de los indigentes no quieren ir a estos lugares por los horarios que establecen o porque son de carácter religioso.

Y es que el Concello defiende que no puede obligar a los mendigos a que se vayan a pasar la noche a los albergues si ellos no tienen voluntad de hacerlo, les puede proporcionar las alternativas que tienen a la calle, pero no llevarles a los refugios a la fuerza. Servicios Sociales dice que es una decisión personal y que los vagabundos no se murieron por la escasez de recursos materiales ya que, la noche en la que pereció el segundo mendigo, el que dormía en San Andrés, la mitad de las plazas para hombres que ofrece la institución Padre Rubinos estaba disponible.

Es por ello por lo que el BNG pide al Gobierno local que estudie el tiempo que los sintecho pueden estar en los albergues y es que algunos de ellos prefieren no salir de la calles antes de estar cuatro días en un refugio bajo unas normas que no les gustan y tener que volver a los parques y a los sacos de dormir en los cajeros automáticos al finalizar ese periodo.

El BNG solicite que se estudie caso por caso el tiempo que cada uno de los usuarios puede permanecer en los albergues "para que no haya límites temporales preestablecidos". La portavoz socialista, Mar Barcón, incidió ayer en la necesidad de recuperar "inmediatamente" el plan de emergencia ambulante que ya funcionó otros inviernos en la ciudad y es que el PSOE atribuye las muertes al frío que los termómetros registraron estas semanas y a otras condiciones derivadas de la exclusión social en la que se encontraban las víctimas.

Este servicio lleva, allí donde están los indigentes, la ayuda que necesitan ya que ellos no van a los lugares en los que se presta. "Policía Local, Protección Civil y Cruz Roja recorren cada noche las zonas donde acostumbran a dormir estas personas y les prestan la ayuda necesaria, desde una manta, un alimento, un café u otra bebida para entrar en calor, así como posible atención médica y, en su caso, traslado a centro sanitario de urgencias", explica el Partido Socialista.

Para Esquerda Unida-Os Verdes, es también importante que la ayuda a los indigentes no se centre en "darles limosna", sino en desarrollar proyectos para conseguir que se rehabiliten y puedan dejar la vida en la calle. En esta idea de hacer realidad un albergue municipal, Santiso cree que se podría dar una atención especial a los enfermos de sida y a todos aquellos que sufran alguna patología.

El BNG se centra en la prevención, en evitar que las personas en riesgo de exclusión social lleguen a vivir en la calle y en las peores condiciones, así que aboga por el desarrollo de actividades de inclusión y por políticas de creación de empleo.