Dos millones de euros "a dividendos" de los accionistas y 794.900 euros "a reservas voluntarias". Son los únicos datos que ofrece la Compañía de Tranvías en sus cuentas sobre el destino de los más de cuatro millones de euros en beneficios que registró en 2010 por el servicio de transporte urbano que, en régimen de concesión municipal, asume en la ciudad desde diciembre de 1986.

Pese a no detallar en qué ha invertido los 1,27 millones de euros que, derivados de restar al resultado de explotación los dividendos que reparte entre los accionistas y la cantidad destinada a fondos propios, la concesionaria sí concreta, en su informe de gestión, en qué ámbito opta por no invertir un céntimo. "La sociedad no ha invertido importe alguno en gastos de investigación y desarrollo a lo largo del ejercicio 2010", reza el documento rubricado por los administradores de la Compañía de Tranvías, y accesible en el Registro Mercantil. En lo referido al impacto medioambiental, la empresa subraya que efectúa "gastos tendentes a minorar el efecto medioambiental negativo que la actividad origina", aunque no concreta partida económica alguna.

El "déficit de explotación subvencionable -necesidad de subvención-" contabilizado por la concesionaria al fin del ejercicio de 2010 ascendió a 3,1 millones de euros y la aportación económica que el Ayuntamiento, por convenio, destina a Tranvías para financiar el bonobús sumó más de 7,2 millones de euros. En la práctica, por tanto, son las arcas municipales las que hacen posibles unos beneficios que superan los cuatro millones, el 50% de los cuales ha sido repartido en dividendos entre los accionistas de la concesionaria.

Sobre una posible revisión del acuerdo de concesión que el Ayuntamiento tiene con la Compañía de Tranvías, desde diciembre de 1986 -cuando en la sesión plenaria del 1 de diciembre se estipuló el convenio de reglamento y la normativa de régimen interno de la adjudicataria del servicio de transporte urbano- y hasta 2023, el Gobierno municipal evitó ayer pronunciarse. Los grupos de la oposición, sin embargo, anunciaron que no se opondrían. Es más, el BNG ha instado al Ejecutivo coruñés a crear una comisión de investigación de la empresa para conocer sus cuentas y, de hecho, el portavoz nacionalista Xosé Manuel Carril llevará a pleno la revisión de la concesión.

Ayer también hubo silencio en la sede de la Compañía de Tranvías, cuyo gerente, José Prada, evitó justificar en qué ha invertido los 1,27 millones de euros restantes de las ganancias alegando "órdenes de la Concejalía de Movilidad".

La concesionaria también omite que los beneficios de explotación derivan, en la práctica, de la aportación municipal vía subvenciones al bonobús. Tal y como rezan los dos primeros puntos del informe de gestión, "los ingresos derivados de la actividad típica de la empresa se han incrementado respecto al ejercicio 2009 en 521.433 euros, lo que supone un aumento del 2,62", una variación que justifica en "el aumento de la tarifa en un porcentaje similar unido a un mantenimiento del número de viajeros". En cuanto a la subida de un 25,79% en el resultado de explotación (en relación al de 2009)", señala que es "originado por un incremento en la cifra de negocios" y por los ingresos por "publicidad".