Mantener las frecuencias de autobús, controlar la doble fila y recuperar plazas de aparcamientos. Estos son los tres objetivos que persigue el Gobierno local con la puesta en marcha de la vía prioritaria en las calles en las que está instalado el actual carril bus. Pero aún está por ver que se cumplan porque todos los elementos que se incluyen en la iniciativa no entrarán en funcionamiento hasta el día 17. A partir de ahí, aún pasará un mes hasta que esté completamente operativa. Lo futurible del proyecto y la falta de resultados no han sido obstáculo para que entre a formar parte de los candidatos a los Premios Nacionales de Seguridad Vial. Según fuentes municipales, la Unión Nacional de Jefes y Directivos de la Policía Local considera el plan "interesante" y por eso ha propuesto la vía prioritaria para el galardón que organiza cada año la Federación Española para la Seguridad Vial. El BNG destacó ayer el hecho de que el director municipal de Seguridad y Movilidad, Germán Lago, sea también dirigente de la entidad que promovió la candidatura.

A mediados de febrero del año se dará a conocer el ganador y para entonces se manejarán ya los primeros resultados del sistema o, por lo menos, las primeras valoraciones de conductores y usuarios del autobús. Mientras, el concejal de Movilidad, Julio Flores, presume de que el proyecto es "la aplicación del sentido común" que hizo su departamento y reconoce que este se basa en "coger elementos aislados que funcionan en otras ciudades y se juntan en un mismo proyecto".

La incertidumbre de habilitar un tipo de vía sin que haya una experiencia previa no es freno para que pueda recibir su primer premio. El que puede ser el inicio de una senda de galardones. O la paradoja de un fracaso.