Pasado medio año de la implantación de los concejales de barrio, con la llegada al Gobierno local del PP, la edil de barrio Mariel Padín, el presidente de la Asociación de Vecinos de A Zapateira, Juan Sánchez-Albornoz, y el presidente de vecinos de Monte Alto, Alberte Fernández, hacen balance de la efectividad de esta figura.

A. Fernández: Dende a Asociación de Veciños Atocha-Monte Alto-Torre de Hércules sempre manifestamos que os concelleiros de barrio, de momento, non cumplen a súa función. Nós xa temos pedido en varias ocasións, coa anterior directiva, e agora imos proceder a pedir outra, vez unha reunión co concelleiro de barrio Juan de Dios Ruano e no seu día presentóuselle un dossier con diferentes eivas que tiña o barrio e a día de hoxe, nin contestación nin nada. Eses concelleiros de barrio, se realmente non cumpren unha función executiva, é dicir, se son meros correveidiles ou transmisores ao concelleiro en cuestión das reivindicacións, se non se xestiona ben poden facer de funil de "o que queremos pasa, e o que non, non pasa". Queremos saber se é só unha barreira do que queren que pase ou non ou realmente teñen unha capacidade executiva.

J. Sánchez-Albornoz: Nuestra experiencia es que el concejal de barrio ha acercado y mejorado la relación de las asociaciones de vecinos con el Concello. Antes, cuando yo iba a tratar un tema, un concejal me decía: "Bueno, esto no es de mi área; mejor trátalo con el otro concejal, o con aquel director de área". Yo no soy profesional ni me dedico a esto, nadie de los que está en una asociación de vecinos ni de ciudadanos se dedica a esto ni tiene por qué conocer el organigrama ni las cuestiones de cada persona del Ayuntamiento. Un interlocutor es el concejal de barrio: tú te diriges a él, hablas y él ejecuta con el concejal o el director del área correspondiente. Es una fluidez en las reacciones y acorta las distancias del Concello con la ciudadanía.

M. Padín: Sobre mi figura como concejal de barrio, discrepo con Alberte en que no es efectiva. Yo, a día de hoy, desde el mes de julio he atendido a 221 personas. Tengo, lógicamente, una pequeña lista de espera porque el tiempo no te da para más, porque además de los que cuentas, tienes que atender a todo el mundo que viene sin cita, que te localiza... Mi trabajo ha sido escucharlos. Me presentan un problema, muy rara vez les puedo dar una solución inmediata y, dependiendo de lo que sea, lo traslado a la concejalía correspondiente. Pero yo hago un seguimiento de esa incidencia.

J. Sánchez-Albornoz: No sé si la figura del concejal de barrio está perfectamente diseñada porque es la primera vez que existe en la corporación pero sí que en otros grandes ayuntamientos de España existe en concejal de distritos o de barrios. Es verdad que el alcalde no puede estar en todo y que muchas veces los concejales tienen un trabajo de puertas para adentro, entonces sí que es bueno que haya esa figura de concejal de barrio que se acerca al ciudadano. No sólo como asociación de vecinos, sino supongo que a todos.

M. Padín: A todos.

J. Sánchez-Albornoz: Y yo no tengo por qué conocer el organigrama del Concello, si la farola de mi calle depende del concejal de no sé dónde, ni el bache depende del otro concejal. Como ciudadano, busco un interlocutor que después ejecute en todo ese organigrama que tienen los ayuntamientos. A mí también me gusta asimilar la figura del concejal de barrio a la Administración única. Estamos hablando de que tiene que haber una administración única para todo, porque estamos en tiempos de austeridad. Dentro del Concello, yo tengo un interlocutor que debe gestionar y ejecutar, en doble dirección.

A. Fernández: Eu descoñezo as reunións que tivestes vós. Pola nosa banda, xa dicimos que as pedimos tres veces e non veu: unha porque non podía e outras dúas aínda non sabemos a contestación.

M. Padín: Me imagino que se pondrá en contacto con vosotros.

A. Fernández: Agora imos pedilo por varias vías. No noso barrio, a nosa experiencia é que non funciona. Descoñecemos o resto. Sabemos que hai tres concelleiros. Pois o noso non funciona.

J. Sánchez-Albornoz: ¿Pero no hay uno específico para cada barrio?

A. Fernández: Nós temos a Juan de Dios Ruano.

M. Padín: Yo, por ejemplo, atiendo a todos los barrios. No es concreto que sea Juan de Dios.

A. Fernández: Quen a nós nos dixo que era o concelleiro de barrio foi Juan de Dios. Chamounos el e dixo que era o concelleiro de barrio e que lle enviásemos as nosas propostas. Enviáronselle e non recibimos contestación. Agora, pediremos a xuntanza polas vías que hai, participación cidadá e rexistro.

J. Sánchez Albornoz: Tú, entre el sistema antiguo de concejal de cada área y el actual, ¿cuál crees que es más eficaz?

A. Fernández: A nós o que tíñamos antes nunca nos defraudou. A nosa asociación funciona dende o ano 77, non é que comezáramos agora, somos veteranos, sabemos ónde temos que ir, onde chamar, qué denunciar e onde denunciar.

M. Padín: Hombre, Alberte, pues mucho caso no os debían de hacer porque el barrio está igual que cuando yo era pequeña y vivía allí.

A. Fernández: Igual, igual, non.

A. Sánchez-Albornoz: No solo existen las asociaciones de vecinos, sino los vecinos. Cada vecino puede dirigirse al Concello y yo creo que ningún vecino, ni ninguna asociación, tenga un máster en organigrama municipal. Yo soy el primero que desconozco en este momento, si tengo un bache en mi calle, a qué concejal dirigirme.

A. Fernández: Nós sabemos ónde ir e mandamos a onde teñamos que mandar.

J. Sánchez-Albornoz: Pues qué suerte. Nosotros no. Te cuento, en mi experiencia personal, en la anterior etapa, del gobierno socialista, las dificultades que teníamos para dirigirnos o para que nos cogieran el teléfono solo. Eso es demostrable y sé que no soy el único que tuvo esas carencias. Seguro que este sistema no es el perfecto, pero acerca un poco más el Concello. En la anterior etapa, algunos no éramos escuchados, ni existíamos.

A. Fernández: Nós na actual etapa tampouco estamos sendo escoitados. E non vén de agora, vén de atrás. A nova directiva o que está facendo é volver a denunciar que non se nos recibiu.

J. Sánchez-Albornoz: ¿Y los vecinos de tu barrio qué te dicen de cuándo se dirigieron al concejal de barrio?

A. Fernández: É que ningún se dirixiu a ningún concelleiro de barrio, que nós saibamos. Veñen a nós. A xente manda por rexistro e nos trae as copias do rexistro.

M. Padín: ¿Vecinos de Monte Alto, dices?

A. Fernández: Sí

M. Padín: Vienen directamente a nosotros.

A. Fernández: Pois a nós mándannos as copias.

M. Padín: Ah, bueno, serán otros vecinos porque yo he recibido a vecinos de Monte Alto.

A. Fernández: Bueno, claro, pero a cantidade de vecinos que ten Monte Alto... É un dos barrios máis populosos.

J. Sánchez-Albornoz: En mi experiencia, los vecinos me dicen que han llamado al Ayuntamiento para intentar transmitir quejas, he conseguido hablar con el concejal de barrio, le he dicho esto y también te lo digo a ti como presidente de la asociación para que insistas y hagas un poco de gestión.

A. Fernández: Pois a nós non. Tamén depende, hai xente maior que vén e que non sabe meter por rexistro.

M. Padín: Por ejemplo, un tema en Elviña: llamó un vecino porque un socavón había ido a peor. Ya me fui con el director de Infraestructuras y punto. Lo recibí yo antes que si hubiera ido directamente a la concejalía, que igual tardaba cuatro meses. En este caso, el ciudadano se puso en contacto conmigo y enseguida se intentó buscar una solución. Igual que en tu barrio, Alberte, y mi barrio, que le tengo cariño, en la calle Pedro Galán Calvete acabamos de adjudicar la obra, la empezaremos en breve, porque era un desastre cómo estaba eso.

A. Fernández: Sí, e foi unha das cousas que mandamos no dossier.

M. Padín: Pues ya te informo que eso se acaba de adjudicar y empezará en breve.

A. Fernández: Pois esas cousas non as sabíamos.

J. Sánchez-Albornoz: Si orgánicamente en el Concello está resuelto, esa figura debería servir para agilizar, porque el concejal de barrio puede dirigirse directamente al director de área o a un funcionario cualquiera pidiéndole información.

M. Padín: Hay muchas cosas que entran directamente en la concejalía y yo ni las veo. Y las cosas que me transmite la gente, las vuelco en el día o, como muy tarde, al día siguiente. Y por mi manera de ser, me gusta atender las cosas y ver cómo van.

J. Sánchez-Albornoz: Las visitas a los barrios, ¿cómo las estáis programando? Porque los concejales de barrio están visitando.

M. Padín: Yo estoy todo el día en la calle. Estoy muchísimo en la calle, que es la manera de conocer las cosas. Y si alguien me llama, o lo tengo muy claro, o prefiero ir a verlo porque de lo que yo puedo entender o lo que la persona puede explicar a lo que es, hay un abismo. Es muy distinto que te cuenten las cosas en un despacho a estar a pie de calle. Este miércoles estuve todo el día: me acerqué a Feáns, a la Falperra y al paseo de los Puentes. Estoy por allí, hago mis fotos, hablo con la gente, preparo un informe.

Sánchez-Albornoz: Desde que estás en el gobierno, no has venido a A Zapateira. Vino Juan de Dios Ruano. Ahora, ¿tenemos que llamar para pedirle que venga por el barrio o él va a hacer más visitas? ¿Eso está estructurado?

M. Padín: En general somos concejales de barrio para todos los barrios de A Coruña. Cuando estábamos en la oposición sí teníamos asignados cada uno unos barrios. A mí me gusta, yo estoy en todos. Para distribuirnos, por ejemplo, Juan de Dios me comenta que ha surgido algo en A Zapateira y que, como él ya ha estado, ya lo lleva él, o que puedo ir yo también, sin problema.

A. Fernández: Para a próxima vez podes dicirlle que se pase polo noso. Estamos lonxe, pero aí estamos.

J. Sánchez-Albornoz: Estáis más cerca que nosotros del Ayuntamiento.

A. Fernández: Pois nós chamamos e de momento... Eu chego aquí e á Zapateira foron tres veces e ao meu barrio non. E cómo lle digo eu á veciñanza que chamamos tres veces e nada. Queremos ser escoitados. A día de hoxe, para nós o balance é negativo porque non se nos escoitou.

J. Sánchez-Albornoz: Nuestra asociación de vecinos es relativamente joven y cuando entramos en la rueda de las asociaciones de vecinos: el Ayuntamiento era un muro. Estaba todo hecho, guisado. Yo viví ser ignorados totalmente. A mí en la anterior corporación no me recibió nadie jamás. Y ahora, en dos o tres ocasiones que nos hemos dirigido al Ayuntamiento, nos han atendido, entonces, para mí ha mejorado. Históricamente el alcalde está aí metido y no se entera de lo que pasa. Habrá que ver el desarrollo, el compromiso y la ejecución de lo que se le hace llegar, pero como figura me parece muy positiva.

M. Padín: Es una figura cercana. No necesitas una solicitud formal sino que en cualquier momento, si me encuentras por la calle, me puedes comentar un problema. Siempre llevo libretas en el bolso.

A. Fernández: Eu non falo de ti en concreto. Pero dende a nosa experiencia... A última vez dixéronnos que estaba en Madrid.

M. Padín: Tiene que ir una vez a la semana a Madrid.

A. Fernández: Claro, pero un día terá para vir e falar.

M. Padín: Yo hoy, después de esto, voy a hablar con él. Tiene una agenda apretadísima, como todos, pero lo diré que se ponga en contacto con vosotros o, en todo caso, me pongo yo si él está desbordado.

J. Sánchez-Albornoz: Pero, en sentido teórico, ¿a ti no te parece bien la creación de esa figura?

A. Fernández: Aquí queremos práctica. O concelleiro de barrio ten capacidade executiva ou é un mero mensaxeiro? Ésa é a nosa pregunta.

M. Padín: Hai cosas a las que puedo responder sí o no en el momento. Para otras, tengo que hablar con el concejal correspondiente. Lo que sí procuro siempre es dar una respuesta de si se puede hacer o no y por qué. La gente prefiere un no que una callada. Nós queremos que teñan capacidade executiva, non que sexan meros trámites.

J. Sánchez-Albornoz: Deberían tener capacidad de resolución, pero me da igual cómo se organicen internamente o si ella tiene un subordinado al que le manda hacer y hace.

A. Fernández: Non é o mismo capacidade executiva que de transmisión. Se é de transmisión non me vale para nada, se é executiva, sí.