La dimisión del director del Ágora, José Luis Rodríguez, el mismo fin de semana de la jornada de puertas abiertas que suponía la puesta en marcha oficiosa del recinto, ha provocado las críticas de la oposición a la gestión municipal del centro cultural de Agra do Orzán. La dirección del complejo pasa ahora a la responsable del Fórum Metropolitano, Begoña Llamosas, que ejercía como directora de programación del edificio. Rodríguez sustituyó en el cargo a Manuel Olveira, que fue destituido con la llegada del actual Gobierno local.

El teniente de alcalde, Julio Flores, aseguró ayer que la dimisión de José Luis Rodríguez se debió a que le resultaba "complicado conciliar su vida familiar y laboral" y anunció que el Gobierno municipal estudiará nombrar un nuevo director o formar "un equipo multidisplinar" que se encargue de la programación del centro.

Pese a que el Concello afirma que la dimisión responde a "motivos estrictamente personales", fuentes próximas al centro apuntan que Rodríguez no estaba satisfecho del todo con la confianza depositada en él desde María Pita, que no le permitía desarrollar su proyecto para el Ágora. Las mismas fuentes aseguran que el directivo estuvo a punto de renunciar a su cargo hace algún tiempo por este motivo.

Desde El PSOE se ha calificado la actuación del Concello en el Ágora de "esperpento"; la portavoz socialista, Mar Barcón, ha acusado al Concello de cesar a dos directores en siete meses y de reabrir el recinto sin programación cerrada y con sus servicios "a medio gas". Barcón resumió lo sucedido en el centro cultural en los últimos siete meses como "un despropósito", y acusó al alcalde, Carlos Negreira, de desarrollar un doble discurso en el que en la ciudad calificaba al Ágora como un "mausoleo" o un "despilfarro", mientras que en el exterior presumía de contar con un "centro de vanguardia".

En parecidos términos se expresó el Bloque Nacionalista Galego, que lamentó que siete meses después del acceso de Negreira al Gobierno Local, el Ágora no cuente con director ni con programación estable, pese a definirlo en Fitur como un "centro de vanguardia". La concejal nacionalista María Xosé Bravo le exigió al Concello que se tome la gestión del Ágora con "seriedad y responsabilidad": "Una semana después de llevar el Ágora a Fitur, lo que denominaron como un centro de vanguardia queda sin director y sigue sin tener una programación estable. El Concello debería sacar a concurso público el puesto de director del complejo, tal y como pedían cuando estaban en la oposición".

El portavoz de Esquerda Unida-Os Verdes, César Santiso, culpó a la mala planificación del Gobierno local la situación en la que se encuentra el recinto de O Ventorrillo: "No es normal que pasen dos personas por la dirección del centro en tan poco tiempo". Santiso también pidió al Concello que busque la máxima rentabilidad posible para el recinto: "Pese a que consideramos que el gasto realizado en el Ágora fue un despropósito, ahora que ya está hecho deberían utilizarlo para fortalecer el tejido vecinal y fomentar la cultura local".