"Antes, con los melgachos se fregaban las patelas y ahora cuesta tres euros cada uno", apunta la pescadera Aida Isabel López, que este año cumple medio siglo trabajando en el mercado de San Agustín. "Antes era otra cosa. Bajaba todo el mundo a la plaza. No había pescaderías y la gente comía más pescado. Ahora, muchos jóvenes trabajan y van a comprar a los supermercados". Testigo del reflejo de los cambios sociales ocurridos en cincuenta años en el mercado, punto de reunión de hace décadas, la placera asevera: "Hay que adaptarse a todo".

La plaza ha cambiado mucho desde que, con doce años, López se puso por primera vez tras un expositor. Comenzó "en la legumbre" como empleada en el puesto de "las santiaguesas", que vendían pimientos de Padrón, grelos y diferentes productos típicos de Santiago. Veinte años después, López tomó el relevo de su suegra al frente de los dos puestos de pescado -unidos- que todavía hoy regenta.

La vida ha dado un cambio "en todo" desde que López se puso por primera vez tras un expositor: "¿Quién le hablaba a la gente de antes de piza? Dirían: '¿Qué es eso?' Había empanada y lo de toda la vida. Con los años, la juventud dirá: '¿Qué es el caldo?".

Entre los fieles a la mercancía de Aida Isabel López permanecen clientes desde hace "muchos años". "Algunos que ya me compraban cuando estaba en la legumbre me compran ahora también el pescado", asegura la placera. "En aquellos años venía gente de la escolta de Franco, que venían con sus familias a pasar los meses de verano y compraban aquí", recuerda la pescadera.

En mayo, López cumplirá 51 años en el mercado. Y 63 años de vida. Pero no piensa en la jubilación. "Me gusta estar con la gente. Tengo clientas muy buenas de hace muchos años y estoy a gusto con ellas. Ya las consideras de la familia", asegura la pescadera. Cinco décadas entre escamas no la han aburrido del pescado. Meiga, rodaballo, castañeta, merluza, parrochas... Le gustan todos. Y preparados de todas las formas: "El rape a lo mejor en salsa; también cocinar el pescado en caldeirada, que está buenísimo... El pescado, con tal de que sea fresco, está bueno de todas las maneras".