El Concello iniciará las obras de remodelación de la calle San Andrés la próxima semana, antes de que comiencen las fiestas de Carnaval. Pese a que la previsión era que los trabajos comenzaran a finales de año pasado, el alcalde, Carlos Negreira, aseguró ayer que el plazo para que el vial del centro de la ciudad esté renovado se mantiene para octubre. Y es que son ocho los meses que ofreció la empresa adjudicataria, Construcciones López Cao, para realizar los trabajos, que abarcan desde la plaza de Pontevedra hasta la calle Panaderas.

El regidor coruñés anunció ayer que los operarios comenzarán a trabajar en unos días en la parte más cercana a Monte Alto y hasta la iglesia Castrense y para una segunda fase se dejará la parte más amplia y transitada, en la que antes se disponía el carril bus y ahora la Vía Prioritaria Vigilada. Negreira explicó que la separación de las obras en dos bloques se debe a "razones operativas" para no entorpecer la circulación en toda la calle, que soporta a diario un gran volumen de vehículos. "Así no bloqueamos toda la calzada y esperamos que en octubre esté toda la calle acabada", añadió.

Por ahora no existe una previsión detallada de la afección al tráfico que tendrán las obras, y si desde ahora hasta octubre habrá cortes constantes o puntuales de la circulación, pero los trabajos afectarán a 2.939 metros cuadrados de superficie pues, además del tramo de la vía entre la iglesia Castrense y la plaza Pintor Álvarez Sotomayor (Panaderas), se incluye también una parte de la Estrecha de San Andrés, hasta la calle de la Barrera.

Un total de 36 empresas se presentaron al contrato licitado por el Concello, cuyo presupuesto máximo era de 850.000 euros. Finalmente, Construcciones López Cao realizará el encargo por 647.529 euros, con el IVA incluido.

La renovación de la céntrica calle ya estaba entre los planes del anterior Gobierno local, que ya había reservado financiación para el proyecto.

Mejora de Antonio Ríos

El alcalde visitó ayer O Castrillón para estrenar la mejora de los accesos en la calle Antonio Ríos. A través de una rampa los vecinos de los números 61, 63 y 65 podrán llegar a sus viviendas con normalidad, sin barreras arquitectónicas, tras, aseguró Negreira, 20 años de peticiones al Concello. También los vehículos de emergencias podrán acceder a las viviendas con mayor facilidad. "Donde antes no podía acceder un coche de bomberos ni una ambulancia, a partir de ahora sí podrán llegar", subrayó el regidor, que prometió que el Ayuntamiento seguirá saldando "deudas" con el barrio de O Castrillón este año. / Redacción