Tras más de seis años de lucha, los vecinos de Os Rosales no se rinden y ya han presentado recurso de reposición contra la legalización de la actividad de la fábrica de maderas de la Carretera de Los Fuertes. Alegan que la industria incumple la legislación referida a contaminación acústica y ambiental y también acusan al Concello de intentar regularizar su situación, que califican de "clandestina", a través de un cambio de titularidad de la empresa. Ambas razones, según los residentes de la calle Simón Bolívar, son suficientes para dejar sin efecto la resolución municipal y para dictar otra en la que, dicen, "se acuerde la necesidad de tramitar una nueva licencia para todas las actividades" de la maderera.

Desde 2003 los residentes de edificios colindantes con la fábrica han presentado denuncias por los ruidos y molestias que esta les suponía. En el escrito presentado ante el Ayuntamiento el 27 de enero pasado advierten de que incluso existen informes de la Policía Local que detectan contaminación acústica durante algunas noches de junio y octubre del año pasado y recuerdan la recomendación del Valedor do Poco al Concello en 2006. La institución autonómica exigía que "con urgencia" se adoptasen medidas para que la actividad de la fábrica se desarrollase "sin molestar a los vecinos" y que se comprobaran los niveles de ruido y se iniciaran los expedientes sancionadores que procedieran.

Los vecinos exponen que Maderas Peteiro figura en el mapa de ruidos de la ciudad como "foco importante" de contaminación acústica y, añaden, causa una "perturbación importante" a los vecinos, sobre todo por la planta de cogeneración instalada en el recinto. El escrito apunta que la ley del ruido establece que las administraciones deben tener en cuenta esta legislación para otorgar permisos que habiliten actividades que puedan producir molestias de este tipo. Sobre la contaminación atmosférica, aseguran que la combustión de gas que se realiza en las instalaciones produce "sustancias nocivas" que provocan "riesgo para la salud" de los residentes, de los escolares del colegio ubicado en los alrededores y de los visitantes del parque de Cuatro Vientos, también cercano a la industria. Los residentes piden que se notifique a la comunidad autónoma la actividad de la empresa por ser potencialmente contaminadora de la atmósfera, según un real decreto que data del año pasado.

Los afectados de Os Rosales también piden al Concello que se compruebe la "compatibilidad urbanística", es decir, los efectos que puede tener una industria de este tipo en las cercanías de un polígono residencial. Y es que alertan de que cuando en los años 90 Maderas Peteiro instaló la primera planta de cogeneración no existía el barrio, por lo que se debería tramitar una nueva autorización administrativa para evitar las molestias a los vecinos.

Al margen de los efectos nocivos que denuncian, los vecinos también se oponen a la resolución municipal porque consideran que el Concello pretende otorgar nuevas licencias -para legalizar la actividad que ya se desarrolla en la maderera- a través de un cambio de titularidad. "La transmisión de licencia solo puede amparar la fabricación artesanal de muebles de madera que nada tiene que ver con la actividad realmente ejercida por Maderas Peteiro, que es la fabricación en serie de muebles de madera, transformación de la madera, secado y almacenaje a gran escala, entre otras actividades", alegan los residentes de Os Rosales. También denuncian el cambio de propietario del permiso de la planta de cogeneración ya que alertan de que no contaba con "licencia expresa" del Ayuntamiento y solo tenía la autorización autonómica. "Se está procediendo a un trámite de incidencia ambiental por la puerta de atrás", reprochan los vecinos.