El Concello ha solicitado una prórroga de tres meses para las obras de reforma de la Torre de Hércules al Ministerio de Cultura, que aporta una subvención para realizar los trabajos. Así, la concejala de Turismo, Luisa Cid, firma una resolución para que la ejecución del proyecto pueda alargarse hasta el 28 de septiembre lo que significaría que el faro romano no estaría listo para recibir visitas en verano, tal como había prometido la edil. El pasado 6 de febrero se aprobó la petición de la ampliación del plazo tanto de obras como de justificación de las mismas ante la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, que se fijaría en el 28 de diciembre de este año.

Esta ayuda concedida por el Gobierno central, de 100.000 euros, se destinará a la restauración de las fachadas interiores del monumento, a realizar reformas en la pasarela metálica del yacimiento arqueológico ubicado en la base del faro romano y a la mejora en el túnel de acceso a la Torre desde esta zona, así como al refuerzo del sistema de iluminación del inmueble. El Concello invierte otros 100.000 euros en los trabajos, que desarrollan el plan director del edificio histórico, y solicitó otra cantidad similar al Gobierno central para completar la financiación de las labores que se realizarán este año.

El concejal del BNG Xan Cajigal denunció ayer que Cid "faltó a la verdad" en los plenos de enero y febrero. En el primero de los casos, el edil recuerda cómo la concejala, cuestionada por el proyecto de obras, mostró un documento y aseguró que ya estaba aprobado, aunque realmente este trámite se realizó el 15 de febrero. En el segundo caso, el nacionalista se refiere a la promesa de que los trabajos estarían listos antes del período estival para que no afectara a la época con mayor número de visitas. Cajigal critica que la ciudad "está perdiendo capacidad de atracción turística" tanto por el cierre actual de la instalación como por la previsión de que no estén listas las obras para los meses de verano.

Y es que el Bloque apunta que la Torre está cerrada desde el 15 de enero "sin que ni siquiera comenzasen las obras" y todo, dice, por la "improvisación" de la edil. Los trabajos, que tienen un coste de 87.000 euros, no están, por ahora, licitados.

La decisión "unilateral" de la Concejalía de Turismo de clausurar la Torre de Hércules también afecta, añade el nacionalista, a los trece trabajadores que fueron, dice, "privados" de la subrogación de sus contratos -por la caducidad de la concesión- a la que "legalmente tenían derecho" y que ahora no pueden, finaliza, cobrar el subsidio de desempleo. Justamente el viernes se decidió que representantes del Consorcio de Turismo, de la Autoridad Portuaria, Cámara de Comercio, Escuela de Turismo, Instituto Torre de Hércules, Ayuntamiento, y de asociaciones de hostelería y hospedaje decidan sobre el nuevo personal de servicios del faro romano.

Serán once los informadores al público que contratará Turismo, a los que se exigirá poder hablar de manera fluida en castellano, gallego e inglés y se valorará el conocimiento de un cuarto idioma. Además, también habrá en el monumento dos limpiadoras aunque trabajarán solo media jornada. Todos tendrán contrato temporal.