Pocos meses después de que los vecinos de Os Rosales presentasen una queja al Valedor do Pobo por los ruidos, olores y humos que sufrían a causa de la cercanía de la fábrica de madera, el ahora concejal de Urbanismo, Martín Fernández Prado, constituyó una promotora inmobiliaria junto a su esposa, suegro y cuñado, propietarios de Maderas Peteiro. Fernández Prado en esa fecha, enero de 2006, llevaba tan solo cinco meses fuera del cargo de director Xeral de Urbanismo, que había ocupado en la Xunta desde febrero de 2003.

Fernández Prado cesó como director xeral de Urbanismo en agosto de 2005, tras las elecciones autonómicas. Cinco meses después, el 24 de enero de 2006, constituyó Aparanda Promociones SL, cuyo objeto social es "la adquisición, tenencia, enajenación, permuta, administración, gestión, urbanización, parcelación, cesión o transmisión a terceros, incluso arrendamiento y explotación de fincas, terrenos, edificios, locales, viviendas e inmuebles en general. La promoción, construcción de todo tipo de obras, mantenimiento, reparación y limpieza de las mismas".

El grupo de Gobierno, en un comunicado enviado ayer, manifestó que en la declaración de bienes e intereses que presentó Martín Fernández Prado cuando tomó posesión como concejal de A Coruña "consta la relación con esta promotora". El Ejecutivo coruñés precisó que "esta relación" del edil de Urbanismo con una inmobiliaria "no vulnera la Ley 53/1984 de 26 de diciembre de Incompatibilidades del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas" pues se trata de "un supuesto perfectamente permitido por dicha ley. El Concello destacó además que la promotora relacionada con Fernández Prado "no tiene ninguna obra, solar ni actividad empresarial en el municipio de A Coruña".

El actual Ejecutivo impidió hace unos meses al que fue director de Urbanismo del Concello con los socialistas, Alfredo Cerezales, ejercer como abogado en un gabinete que despacha asuntos urbanísticos al entender que había incompatibilidad por haber ostentado durante años un cargo de máxima responsabilidad en el área urbanística de la ciudad.

Aparanda Promociones SL se constituyó con un capital social de 186.010 euros y su domicilio social es el mismo que el de Maderas Peteiro: polígono de Os Rosales, Carretera de Os Fortes, s/n. El reparto del capital social se distribuyó entre nueve personas: Emilio Peteiro Sánchez (propietario de Maderas Peteiro), con el 80,13%; Martín Fernández Prado, el 6,451%; Eva Peteiro Labora (cónyuge de Prado), el 1,29%; Emilio Peteiro Labora (cuñado de Prado), el 1,29%; Rubén Fernández Prado (hermano del edil de Urbanismo y arquitecto técnico), el 1,29%; Carolina Cancelo Bello, el 3,097%; María Luisa Barral Suárez, el 3,871%; David Corral Pombo, el 1,29%; y Agustín González Crecido (el gerente de Maderas Peteiro), también el 1,29%.

Fernández Prado no solo constituyó la empresa con su familia política sino que fue el presidente desde su fundación y consejero delegado, cargo en el que permaneció hasta poco antes de las elecciones municipales, concretamente el 1 de abril de 2011.

Al constituir la promotora, Martín Fernández Prado (que era profesor de Proyectos Arquitectónicos y Urbanismo en la Escuela de Arquitectura) aportó 150.000 euros: 12.000 para el capital social y 138.000 euros como prima de emisión. Su esposa y representante legal de Maderas Peteiro, además de secretaria de la empresa Galimader SL, aportó 2.400 euros más una prima de 27.600 euros.

El suegro de Prado y propietario de Maderas Peteiro aportó a Aparanda 149.050 euros, más una prima de 1,7 millones y 950.000 euros en efectivo. Los 1,7 millones que aportó el fundador de Maderas Peteiro como prima en la inmobiliaria no fue en efectivo sino mediante una finca de su propiedad, valorada en esa cantidad, de algo más de una hectárea y situada entre Sada y Oleiros (junto a la vía ártabra). Aparanda Promociones SL presentó un recurso contencioso administrativo contra la aprobación en 2009 del PGOM de Oleiros.

Aparanda Promociones Sociedad Limitada, desde el cese de Martín Fernández Prado como presidente poco antes de las elecciones municipales (de las que salió como concejal de Urbanismo), está presidida por su cuñado, Emilio Peteiro Labora. Su hermano Rubén Fernández Prado es uno de los consejeros.

Aparanda Promociones SL se vio obligada a acudir al juzgado en 2009 porque firmó un contrato de ejecución de obras con la entidad Cuadernas y Arcos SL en mayo de 2007 y hubo un desacuerdo tras el pago de las certificaciones por defectos de la obra ejecutada. Primero el juzgado y después la Audiencia Provincial en febrero de 2011, le dieron la razón a Aparanda y condenaron a Cuadernas y Arcos SL al pago de las costas.

La sociedad inmobiliaria tiene unos activos totales de 1,7 millones de euros, la práctica totalidad en la cuenta de existencias (al tratarse de una promotora, lo habitual es que sean terrenos o edificios).

Las cuentas del ejercicio de 2010 de Aparanda Promociones SL -las últimas depositadas en el registro y que fueron aprobadas en junta general el 30 de junio de 2011, con asistencia de todos los socios-, muestran que la empresa tuvo un resultado negativo (beneficio después de impuestos) de 17.691 euros debido a que ese año no realizó negocios y solo ingresó dinero en concepto de intereses bancarios.

Sin embargo, la inmobiliaria Aparanda mantuvo en plantilla a un empleado, el único, y que forma parte del consejo de administración, con una retribución anual de 12.000 euros.

La sociedad Aparanda Promociones SL acumula pérdidas desde su constitución en el año 2006. A esos 17.691 euros de pérdidas registradas en el ejercicio de 2010 se suman los 569.619 euros de otros años, sobre todo 2009, cuando el resultado negativo llegó a los 526.227.

La cónyuge del concejal de Urbanismo de A Coruña, Eva Peteiro Labora, presentó un escrito en el Ayuntamiento el 4 de marzo de 2008 en representación de Maderas Peteiro SL en el que solicitaba que se introdujese una ordenanza de transformación que permitiese el cambio de uso de las instalaciones, "recordando un anterior convenio de 1998 que no llegó a recogerse en el plan general del 98", según consta en la memoria del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) aprobado inicialmente en diciembre de 2009.

Año y medio después de que Eva Peteiro realizase esta petición al anterior Gobierno local, la entonces concejal de Urbanismo Obdulia Taboadela firmó un convenio con su hermano, Emilio Peteiro Labora, en el que se reconoce el aprovechamiento que le había dado el entonces concejal Salvador Fernández Moreda, y que es un 80% superior al que figura en el PGOM de 1998, actualmente vigente.

El plan general aprobado inicialmente en 2009 otorga un aprovechamiento urbanístico a Maderas Peteiro de 20.340 metros cuadrados, justo la cifra que le había otorgado Fernández Moreda en el convenio de 1998 y que después no se recogió en el PGOM de ese año. El planeamiento de 2009, además, traslada la edificabilidad desde los terrenos que ocupa actualmente la fábrica al otro lado, justo en la zona verde de Os Rosales, en una ubicación más favorable: los tres edificios de seis plantas que figuran en la ficha del plan no cabrían en la parcela que ocupa Maderas Peteiro, con una parte afectada por el área de protección del cementerio. Además, con el traslado, los pisos ya no tendrán vistas a los nichos y contarán con unos mejores accesos, con hasta dos rotondas. El anterior Gobierno local logró este traslado de la edificabilidad a una mejor ubicación al delimitar un polígono e incluir en él Maderas Peteiro y la zona verde pública que se le debe a los vecinos de Os Rosales desde 1991. Al delimitar el polígono se vuelve a reparcelar y se puede hacer el cambio de ubicación de los futuros edificios.

Cuando Taboadela firmó el convenio que le aumentaba un 80% la edificabilidad a Maderas Peteiro, en noviembre de 2009, ya hacía un año que se había emitido la sentencia del juzgado que exigía al Concello la reposición de la legalidad, confirmada en 2010 por el Tribunal Superior.