La escritora María Luisa Prada pronunció ayer una conferencia en el Centro Asturiano de la ciudad, donde además presentó su nueva obra, La sombra del ámbar.

-Editó su primera novela en 2004 y ya va por la séptima.

-Es que escribir me gusta mucho y como tenga una idea que quiero plasmar no me cuesta ningún trabajo.

-¿Es de esos escritores a los que les sale todo rodado?

-Lo que tengo que tener para empezar una novela es el final. A veces en películas o libros se van enrollando y cuando llega el final uno ni se acuerda de lo que pasó antes, pero en el momento en el que tienes el final y el nudo, la trama se desarrolla sola.

-Su última novela, La sombra del ámbar, está ambientada en Santiago y A Fonsagrada.

-La situé en Galicia por muchos motivos, entre ellos por afinidad con A Fonsagrada, donde tengo parientes y pasé unos días. Allí pude ver lo que sienten los gallegos con la morriña, con la niebla, la lluvia y la puesta de sol, y pensé que cuando llegaban los peregrinos allí tenían que tener una sensación de alegría enorme. Trata las relaciones entre hermanos gemelos y la separación entre locura y cordura.

-¿Como une ambos temas?

-Los gemelos no son hermanos corrientes porque comparten código genético, y siempre me he preguntado quién determina la línea que marca la separación entre la locura y la cordura. Pero no es una cosa triste, es una obra alegre y agradable.

-¿Qué tipo de personajes se encuentran en La sombra del ámbar?

-La protagonista es una periodista va a hacer un reportaje sobre psiquiátricos y quien los habita, y en Conxo encuentra a una mujer de A Fonsagrada que le cuenta que está allí por un error médico y policial, pero que ella no está loca. La periodista entonces investiga su caso.