La austeridad es, según el alcalde, la filosofía principal del Gobierno local que preside, pero también se afana en cumplir las promesas que realizó en campaña electoral, en mayo del año pasado. Algunos de estos anuncios no suponían nuevos proyectos, sino que se basaban en desmontar algunas de las actuaciones del anterior Ejecutivo municipal que habían sido criticadas en la oposición. Una de las campañas más sonadas del PP en el anterior mandato fue la que la formación dedicó a censurar las obras de General Sanjurjo y a la mediana que ahora se eliminará. Aunque el estudio de acceso de los vehículos de emergencias englobará todas las calles de la ciudad, el Ejecutivo municipal ha decidido empezar por este vial el informe. Promesa cumplida.

Otra de las primeras decisiones que tomó el equipo de Gobierno encabezado por Carlos Negreira fue la desaparición del carril bus entre Federico Tapia y San Juan. Los concejales populares culpaban a la plataforma exclusiva para autobuses de la crisis y los cierres del comercio local en las zonas por las que pasaba, sobre todo por la supresión de plazas de aparcamiento. Así que, una vez instalados en María Pita, las tan censuradas aletas de tiburón fueron retiradas para siempre. A cambio se implantó la Vía Prioritaria Vigilada, que establece una regulación semafórica para favorecer la circulación del transporte público y recuperó decenas de lugares de estacionamientos en todo el recorrido, así como una nueva modalidad de aparcamiento, el express.

También en el proyecto para O Parrote hubo cambios. La coincidencia de los populares en las tres administraciones implicadas -Concello, Autoridad Portuaria y Xunta- hizo posible un acuerdo en el que, además de reducir la edificabilidad en superficie, se incluyó un túnel subterráneo que ningún plan anterior había contemplado. Un trayecto para la circulación de vehículos entre Puerta Real y el castillo de San Antón que había sido eliminado con la paralización de las obras, en 2007, y que no había causado problemas de tráfico, pero que ahora se retoma, a través de un vial subterráneo prometido en campaña por el PP.

La modificación en el organigrama del Gobierno local también supuso el traslado de la gestión del centro sociocultural Ágora de la Concejalía de Servicios Sociales a la de Cultura. El Ejecutivo municipal insiste en que el recinto seguirá albergando espectáculos artísticos, aunque aún no haya programación prevista, pero el cambio de filosofía con respecto al anterior mandato es evidente. Este edificio estaba incluido en un plan más ambicioso, el Urbana-C, que también se redefinió con la llegada del PP al Palacio Municipal. En la imposibilidad de cumplir plazos y en la mala gestión urbanística del anterior Gobierno local se amparó' el Ejecutivo municipal para eliminar un edificio del proyecto y reubicar los servicios en otros lugares.

La "herencia" es una de las palabras más repetidas por los concejales de Gobierno y en base a ella, a veces, actúan, para desmontarla.