"El informe se utilizó como herramienta. Lo hemos utilizado punto por punto". El concejal de Movilidad, Julio Flores, alegó ayer que el análisis que realizaron ocho técnicos municipales de distintas concejalías en el que desaconsejaban retirar el carril bus fue meramente "consultivo" y, por eso, argumenta, no se atendieron las soluciones aportadas por estos expertos para mantener las frecuencias del transporte urbano. "Las decisiones se tomaron por las objeciones que pusieron", explicó el edil, que defiende que la Vía Prioritaria Vigilada, en la que el bus comparte carril con el vehículo privado pero goza de prioridad en los semáforos, se conformó con soluciones a los problemas que preveía esta comisión técnica.

El informe criticaba el aparcamiento en los dos márgenes de la calle entre Federico Tapia y la plaza de Pontevedra porque los carriles serían insuficientes para el paso de dos vehículos, a lo que Flores responde que uno de los objetivos de la retirada de la plataforma exclusiva para buses era recuperar plazas de estacionamiento. Defiende que no solo se aumentó el número de espacios para turismos, sino que también hay más plazas para motos, minusválidos y zonas de carga y descarga, y destaca que la doble fila no ha vuelto a aparecer en estas calles. "Ahí están los resultados, hay muy poca doble fila y muy pocas multas a través de las cámaras de vigilancia", explica.

Sobre las frecuencias de los autobuses, el responsable de Movilidad destaca el buen funcionamiento del sistema de prioridad semafórica -basado en que los semáforos se pongan en verde activados por los conductores de los autobuses-, que solo uno de cada diez buses se ve obligado a utilizar desde que se implantó el nuevo sistema. Flores cree que los funcionarios se oponían a este método porque el anterior Gobierno local lo había puesto en marcha de manera incorrecta. "Estaba mal montado porque no estaba en todo el recorrido de las líneas y por eso los técnicos decían que no funcionaba", explica, y añade que la Vía Prioritaria Vigilada demostró que sí puede ser un buen sistema para que los autobuses cumplan los horarios establecidos.

El también portavoz del Gobierno local descartó desde un primer momento la modificación de las rutas de las líneas 4 y 11 y la de la Universidad porque "sería hacer trampa". Los técnicos la proponían para descongestionar Federico Tapia, pero Flores razona que si se retira el carril bus y se cambian los trayectos, no habría las mismas "condiciones" para comparar. "Se trataba de probar que el sistema alternativo funcionaba", apostilla.

El concejal remarca que la vía prioritaria funciona y que las ideas sobre el papel están "constatadas en la realidad". Se cumplen, añaden, los tres fines que se marcaba de inicio: mantener las frecuencias, garantizar que no hubiera doble fila y recuperar las plazas de aparcamiento. "Se demuestra que hay otra forma de hacer las cosas", dice.

El concejal de Esquerda Unida-Os Verdes, César Santiso, reclamó ayer al Gobierno local la creación de un consello de movilidad local. El edil critica que el Ejecutivo municipal tome medidas basadas en "intereses partidistas y electoralistas" y considera que retirar el carril bus aunque hubiese un informe en contra es "pueril e inaceptable". El documento, dice, demuestra la "incapacidad" de la Vía Prioritaria Vigilada para "igualar la eficiencia" de la plataforma exclusiva para los buses: "Algo que día a día os usuarios nos confirman".

El PSOE, después de hacer público el informe de los técnicos, reprochó al alcalde, Carlos Negreira, que su credibilidad está "a cero". Ocultó el documento, dice, porque "no le gustaba" pese a mostrar las consecuencias de retirar el carril bus.