Una de las víctimas de la banda que presuntamente se dedicaba a sustraer piezas a representantes de joyería en A Coruña declaró ayer en el juzgado que notó que la vigilaban. El afectado relató ante la juez que investiga los hechos que entró un cliente en un establecimiento, situado en Lugo, para preguntarle el precio de una joya. Al salir del local, observó que hablaba con dos personas sospechosas, a las que volvió a ver merodeando cuando cogió su coche.

Por ello, siempre según la versión del perjudicado, fue precavido durante el trayecto de Lugo a A Coruña y realizó cambios de velocidad y se detuvo en áreas de servicio para tratar de despistar a las personas que creía que lo seguían. El afectado, no obstante, aseguró que durante el viaje no vio a los hombres, pero, aún así, decidió subir el maletín de joyas a su vivienda en lugar de dejarlo en el coche. Cuando regresó al vehículo, se percató de que tenía desactivado el sistema de seguridad y comprobó que le habían robado unas gafas de sol. El maletín que había sacado del coche, según su testimonio, contenía joyas valoradas en 300.000 euros.

La víctima acudió ayer a una rueda de reconocimiento para tratar de identificar a los dos sospechosos que arrestó la policía. El denunciante, sin embargo, advirtió de que solo podría reconocer al hombre que entró en la tienda. La Policía Nacional detuvo a dos de los presuntos ladrones que se apoderaron de más de 300.000 euros en dinero y joyas. Un tercer sospechoso, según fuentes policiales, está en búsqueda y captura.

Los arrestados están acusados de un robo sucedido en una urbanización de Oleiros, en el que otro representante de joyería fue amenazado a punta de pistola cuando llegaba de viaje. Los asaltantes optaron por llevarse su vehículo, ya que no fueron capaces de abrir el maletero, algo que sí consiguieron posteriormente y que les permitió robar 300.000 euros en joyas, según informaron fuentes policiales.