El Concello entregó ayer en el juzgado de Instrucción número 2 un informe "exhaustivo" sobre los chabolistas de Penamoa que okupan un edificio en A Moura en el que advierte de que hay personas "vinculadas al tráfico de estupefacientes". El portavoz del Gobierno local, Julio Flores, pidió a la juez que decrete el desalojo por vía de urgencia del inmueble, en el que podrían estar residiendo más de un centenar de personas. "Existe una situación de grave riesgo de orden público", explicó el primer teniente de alcalde, que teme que el trapicheo de drogas que se registraba en el poblado chabolista se pueda reproducir en los alrededores de la casa. "Estamos preocupados por el posible rebrote de actividades delictivas que se producían en Penamoa", afirmó.

Flores también mostró su sospecha de que la situación en A Moura, que ya se alarga siete días, pueda tener un "efecto llamada" a otros chabolistas de la ciudad o de municipios cercanos. Por ahora, confirma que son varios los clanes del poblado que ya están instalados en los pisos y descarta que haya personas adheridas al plan de realojo desarrollado por el anterior Gobierno local y que mantiene, defiende el edil, el actual Ejecutivo municipal. Ante las críticas del PSOE, que achacaba la okupación a la falta de ayudas, Flores pidió "responsabilidad" a la oposición y anunció que convocará a los portavoces de los tres grupos para informarles del proceso. "El plan continúa exactamente igual y, además, hay más programas", añadió.

Otro de los temores del Gobierno local es que se introduzcan en el edificio más familias, por lo que tanto patrullas de la Policía Nacional como de la Local hacen rondas constantes por la zona y el 091 identificó ya en varias ocasiones a los habitantes, solicitándoles el carné de identidad. Ayer mismo se realizó una operación de este tipo, pasado el mediodía, y a las dos de la tarde se tomó otra medida de presión para intentar desalojar la casa, que tiene 134 viviendas. Operarios de la empresa Cobra, contratados por Unión Fenosa, cortaron el suministro de luz al inmueble -escoltados por una decena de agentes de la policía- entre aplausos de los chabolistas y también de los okupas -habitantes originales de la casa que permanecen en los pisos-, que advertían de que volverían a conectarse de manera ilegal a la red eléctrica.

Los vecinos de la zona, que ayer observaban el corte de luz desde la puerta de sus casas, se quejaron ayer de ruidos y molestias "constantes" desde que llegaron a la zona los chabolistas y califican la situación de "atropello". "Ya no dormimos. Desde que vinieron ya no tuvimos más tranquilidad", explican, y piden que el juez se dé "prisa" en resolver el desalojo del inmueble para que el barrio vuelva a la normalidad.

La asociación de residentes de O Ventorrillo, que también incluye a los de A Silva, informó ayer de nuevas denuncias en la comisaría de Policía y ante el juzgado por amenazas y por ocupación indebida de inmueble. Estos recursos parten de algunos propietarios de los pisos de A Moura -otros ya presentaron su reclamación ante los tribunales- y también de vecinos que se han visto afectados por la okupación del inmueble. La presidenta de la entidad, Rosa Barreiro, relató ayer cómo algunos de los dueños de los pisos "lloran desesperados" al comprobar cómo han perdido su propiedad. "Muchos viven con sus padres porque no pueden pagar un alquiler", advirtió la dirigente vecinal, que apuntó que la asociación también ha presentado una denuncia en Lonzas.