La considerable inversión que la Fundación Amancio Ortega efectuará para la construcción del nuevo centro benéfico social Padre Rubinos en el barrio de Os Rosales, cuantificada en 25 millones de euros, hará de esta iniciativa "la obra social más importante en la historia de la ciudad", según manifestó ayer el presidente del patronato de la institución, Eduardo Aceña, durante la presentación pública del complejo, cuya apertura está prevista para el año 2014.

La arquitecta Elsa Urquijo, autora también del diseño de la tienda de Zara en la quinta avenida de Nueva York, es la responsable de este proyecto, que se basa en "una plaza abierta a la ciudad" y que define por" un gran orden y sencillez", en el que predominan las líneas horizontales. Urquijo calificó el estilo empleado en el centro como "arquitectura silenciosa" y lo relacionó con el carácter del benefactor que lo financiará, Amancio Ortega, famoso por su extrema discreción.

El complejo, con 36.000 metros cuadrados de extensión y 15.000 de ellos construidos, constará con numerosos patios y zonas ajardinadas y se caracterizará por su escasa altura. Las instalaciones emplearán además energías renovables y materiales sostenibles, como losas de hormigón prefabricado que descontaminarán el aire, ya que su funcionamiento es similar al de los árboles, según Urquijo.

La residencia para mayores será el único edificio que tendrá más de una planta y contará con zonas separadas para grandes dependientes, moderados y válidos. Habrá 120 habitaciones individuales y 10 dobles, que dispondrán de salida directa al jardín. El complejo incorporará un centro de día con 40 plazas que compartirá servicios con la residencia, mientras que el albergue contará con 78 plazas, de las que 20 se integrarán en grupos de inserción sociolaboral, en los que se impartirán cursos y se intentarán crear empleos, como con la fabricación y venta de productos.

Otro de los servicios que se mantendrán en el nuevo centro será la escuela infantil, a la que acudirá un centenar de niños de hasta 3 años y que contará con comedor. La ampliación de la oferta asistencial por parte de la Institución Benéfico Social Padre Rubinos hará necesario ampliar su plantilla actual de 60 personas hasta las 145, para lo que se pondrá en marcha un proceso de contratación pública que se regirá por el principio de igualdad, según anunció Eduardo Aceña.

Además del área asistencial, el complejo incluirá una zona administrativa, una iglesia, la residencia de las religiosas de las Hijas de la Caridad y jardines exteriores. La Fundación Amancio Ortega contribuirá además con 3 millones de euros a la construcción de un parque en el entorno de las nuevas instalaciones de Padre Rubinos, que se emplazarán en el cruce de la ronda de Outeiro con la carretera de los Fuertes.

El mantenimiento del nuevo centro tendrá un coste anual de 4 millones de euros frente a los 1,8 millones que tiene en la actualidad, por lo que la institución deberá hacer frente a este reto recabando una mayor solidaridad de los coruñeses que contribuyen al sostenimiento de esta obra social. Durante 2011 en Padre Rubinos fueron atendidas 5.500 personas y se prestaron 140.000 servicios, como la entrega de ropa y alimentos, acompañamiento o atención psicológica.

Eduardo Aceña destacó que el coste medio actual de una plaza de la residencia de mayores de Padre Rubinos es de 800 euros, cuando en el mercado este servicio se sitúa entre los 1.000 y 1.800 euros. La guardería tiene un coste mucho más bajo que los 200 euros de media que se cobran en este tipo de instalaciones, mientras que el albergue es totalmente gratuito para los usuarios. El presidente de la institución destacó que la crisis económica incrementó la demanda de los servicios un 11% durante el año pasado y que se ha producido un cambio en el perfil del usuario, ya que ahora acuden personas de la clase media que han caído en la pobreza al haber perdido su empleo y que acuden al comedor social o a pedir alimentos para llevar a sus casas.