-¿El emprendimiento es la solución a la crisis?

-Hay que diferenciar entre ser empresario y ser emprendedor. No todos los emprendedores tienen madera de empresario. La clave está en crear pequeñas empresas sostenibles económicamente y aún así se correrán riesgos.

-¿Qué opciones hay que barajar antes de montar un negocio?

-Intento decirle a la gente y sobre todo a aquellos que a su edad no encuentran otra forma de reinserción laboral y montan algo con el dinero ahorrado, que tengan cuidado porque un carácter emprendedor no quiere decir que tengan capacidad para mantener una compañía.

-¿Por qué califica de locura ser emprendedor?

-El emprendedor está hecho de una pasta especial y tiene ilusión a pesar de asumir riesgos. Cuando la ilusión te obceca no se ve si el negocio es negocio. Si no existiese ese punto de locura y todos nos dejásemos llevar por la razón nadie haría nada, pero el problema es que hay gente que no conoce las consecuencias de sus pasos. Montar una empresa requiere el equilibrio entre locura, ilusión y experiencia.

-¿Cuándo decidió montar su propio negocio?

-Trabajé varios años como comercial y en el mundo de las finanzas. Ya llevaba el espíritu empresarial en el ADN porque mi padre y mi abuelo eran empresarios y me di cuenta de que quería ser dueño de mi destino y dejar de ser trabajador por cuenta ajena.

-¿Por qué dio ese paso?

-En estos casos interviene más el corazón que la razón, como en la mayor parte de las decisiones que se toman en la vida. Me gusta esa emoción pero no que la persona no esté informada de todos los riesgos.

-¿Estar bien informado evita riesgos?

-En las escuelas de negocios explican la parte formal pero no los riesgos a los que se enfrentan las empresas y de los que nadie es consciente hasta que aparecen los problemas. En esto también juega un papel importante la legislación porque si del artículo 1911 del Código Civil que dice que el deudor responderá con todos sus bienes presentes y futuros se quitara la palabra futuros habría más emprendedores.

-¿Qué supondría ese cambio en la normativa?

-Soy consciente de que si mi empresa quiebra lo pierdo todo pero la ley tiene que dejarme empezar otra vez y no que lo que gane a partir de ahora vaya para pagar la deuda porque esta no se para y necesitaría tres vidas para saldarla.

-¿Cómo debe actuar la sociedad en este contexto económico?

-Para reactivar entre todos la economía o creamos empleo aumentando el consumo o no hay expectativas y todo se paraliza. Mi propuesta es hacer entender a las personas que deben aumentar sus compras de bienes y servicios de un modo responsable, sin sentirse culpables ni, por supuesto, dejarse paralizar por el miedo al futuro.

-En su libro dice: 'Nadie podía salir mal y salió muy mal'. ¿Por qué no lo veía?

-Hay una venda en los ojos llamada pasión y como te gusta lo que haces y te va bien te reinventas. Está bien tener en ese momento alguien de fuera para aconsejar que no se pueden poner todos los huevos en la misma cesta sin un plan B.

-¿Cuáles son las ventajas de tener un plan B?

-Muchas empresas mueren por no contar con una visión lateral por si el plan A no funciona. En nuestro caso estábamos convencidos de que íbamos a crecer mucho más y en el momento de despegar el avión se vino abajo cargado de crédito.

-Envía a Zombieland al empresario que lo pierde todo ¿Cómo es ese lugar?

-En mundo de los zombies no se puede hacer nada a tu nombre, se pierde la condición de persona financiera a no ser que se trabaje en relación a otra, se termine de pagar la deuda o el individuo se nacionalice en otro país.

-¿Qué consejo le daría a quienes no son capaces de salir de ese mundo?

-Los que han tocado fondo que no se desesperen porque antes o después habrá una segunda oportunidad.

-¿Y a los que pese a la crisis quieren ser emprendedores?

-Tienen que plantearse si lo que va a hacer además de su pasión es negocio. Antes había tanto consumo que todos tenían sitio. Hoy es difícil mantener algo que no esté relacionado con la exportación y los sectores con posibilidades de venderse en el exterior pueden triunfar. A los que estén en esta situación les diría que se la pueden jugar, pero que si lo tienen claro sigan adelante porque todos los necesitamos.