Tiene 89 años y, hasta hace una semana, estaba casi perfectamente. Una cuidadora la levantaba todas las mañanas de la cama, la aseaba y la acompañaba hasta el centro de día en el que estaba gran parte de las horas, haciendo actividades y participando en las clases que se impartían. El pasado miércoles, cuando seguía su rutina, antes de entrar al centro de Cáritas, la silla de ruedas en la que se movía se quedó anclada en un bache de la acera de la ronda de Nelle, al lado de la marquesina del bus urbano. La víctima, E.V.G., de 89 años, salió disparada y sufrió diversas heridas.

Tiene lesiones en la cara y en la cabeza y a su familia le han dicho que nunca más volverá a recuperar la movilidad que tenía, porque el lado izquierdo lo tiene inutilizado y el derecho escayolado. Sus nietos solicitaron una solución al Ayuntamiento, ya que consideran que es la entidad responsable de que la anciana esté en esta situación, pero la respuesta no ha sido satisfactoria. En Servicios Sociales les han dicho que pueden pedir la comida a domicilio, aunque la anciana no podrá abrir la puerta a quien se la lleve ni ingerirla sin ayuda.

"Mi abuela era una persona que tenía todos los servicios cubiertos y válida para la vida que llevaba, ahora necesita de una persona casi las 24 horas del día. Lo único que nos dicen es que la solución la tenemos que buscar nosotros, que la metamos en una residencia o que ya se verá qué pasa cuando le hagan otra valoración en la Xunta, pero eso cuesta mucho dinero y nosotros no tenemos medios para adelantar la residencia o el sueldo de una persona que la cuide hasta que ellos se decidan a venir. Queremos una solución ya", explica su nieta que trabaja en una tienda.

Una patrulla de la Policía Nacional la ayudó a levantarse y certificó que el bache de la acera había sido el causante de la caída pero esa razón no parece suficiente para que el Concello ofrezca a esta familia una solución. "El sábado tuvimos que ingresarla otra vez porque tenía mucho dolor, pero no sabemos qué vamos a hacer cuando le den el alta; mi hermano y yo trabajamos y no podemos atenderla, ¿qué hacemos, la dejamos en la puerta del Ayuntamiento para que la cuiden mientras nosotros no estamos en casa?, se pregunta su nieta, que espera todavía que la reclamación que su hermano presentó en el Concello tenga una respuesta.

"Alguien tiene que hacerse responsable de lo que pasó, porque si mi abuela ha dejado de ser una persona válida es porque el Ayuntamiento no se ha preocupado de tener la acera en buenas condiciones; ahora no nos puede pedir que paguemos una residencia porque no tenemos posibilidades económicas", explica su nieta.