Los cierres de establecimientos consumados y los que se producirán en las próximas semanas en Dolce Vita llevan al Gobierno local a admitir por primera vez la existencia de un número excesivo de centros comerciales en A Coruña. La concejal de Empleo y Empresa, Luisa Cid, declaró ayer que la ciudad "tiene demasiadas áreas comerciales" en función de la población existente no solo en el municipio, sino en los de su entorno y manifestó en tono crítico que la implantación de estos complejos "se hizo de tal manera que se ignoró por completo al comercio tradicional".

El Ejecutivo municipal socialista promovió con entusiasmo durante los últimos años la llegada a A Coruña de nuevos centros comerciales y evitó cualquier tipo de crítica a estos establecimientos. La Xunta, tanto en los gobiernos del PP como en los del PSOE y BNG, autorizó las implantaciones de grandes superficies en la ciudad. En un breve espacio de tiempo abrieron en A Coruña Dolce Vita, Espacio Coruña y Marineda City.

Los sucesivos cierres anunciados en Dolce Vita -Sport Zone, Eroski y las cadenas del grupo Inditex- hicieron que Cid calificase ayer en Radio Coruña de "preocupante" la situación de este centro comercial, ya que el cese de la actividad de algunos de sus establecimientos "afecta negativamente al empleo". Multi Veste España 1, la empresa que gestiona Espacio Coruña, además, se encuentra sumida en un concurso de acreedores.

La responsable municipal de Empresa advirtió, no obstante, de que pese al exceso de centros comerciales, estos complejos "están ahí y en lo que hay que centrarse es en los puestos de trabajo y en la generación de riqueza".

Apuesta muy importante

Cid estimó que el Gobierno local del PP realizó "una apuesta muy importante" por el comercio tradicional, al que definió como "una de las claves de la propia ciudad" por el impacto de su actividad sobre todo tipo de cuestiones. La edil puso además de relieve que los coruñeses deben tener en cuenta que si gastan su dinero en un comercio tradicional "invierten en la ciudad misma y hacen una ciudad mejor".

En relación con la liberalización de horarios comerciales, Cid aseguró que España es el país "más restrictivo de Europa" en esta materia, en la que explicó que se está produciendo una implantación "más europeísta y aperturista". La concejal admitió que el comercio tradicional acoge este cambio "con prudencia e incluso con rechazo", actitud que calificó de "lógica" ante el mal momento que atraviesa el sector. Según ella, los comerciantes se plantean cómo pagar a los empleados las horas extras que implicarán los nuevos horarios y cómo van a competir con los demás si optan por no abrir más horas que las actuales.

Cid defendió la potenciación del embarque y desembarque de los pasajeros de los cruceros turísticos para incrementar los ingresos por esta actividad y también comentó las medidas económicas aprobadas reciamente por el Gobierno central, que tildó de "muy duras" y como "un recorte que no se puede negar", por lo que vaticinó que a algunas personas "las van a poner en una situación económica complicada".