Cada vez son más las personas que deciden cambiar el rumbo de sus vidas y crear su propia empresa partiendo de cero. Son emprendedores como Manuel, Ricardo, Felipe, Fátima y Arantxa, quienes presentaron ayer sus proyectos en una jornada de Creación y Gestión de Empresas en tiempos de crisis, llevada a cabo por la Fundación Ronsel en la Cámara de Comercio.

Las razones que los impulsan a hacerlo son muchas, aunque en la mayor parte de los casos la necesidad es lo que prima. Gente que se ha quedado sin trabajo, y que tras buscar cualquier tipo de empleo y no encontrarlo, deciden montar algo por su propia cuenta a partir de una idea es lo más común.

Muchos tienen un concepto claro de lo que quieren, e incluso elaboran ellos su propio plan de empresa. Otros tienen una idea aproximada, que es necesario madurar y analizar. Y también hay quienes tienen claro que quieren ser sus propios jefes, pero que no tienen ni idea de qué tipo de empresa montar.

Para orientar a estas personas existen una serie de organismos que les ayudan en el asesoramiento empresarial y financiero. Son asociaciones como la Fundación Ronsel, una entidad que se encarga de favorecer tanto la inserción social como la económica de todas las personas que así lo deseen.

"La actitud, y las ganas, es lo que importa. Más que la idea, es la energía, el que tú creas realmente en el proyecto y lo apuestes todo por él", afirma el director de la fundación, Luis García. Ilusión, ganas y esfuerzo no les faltan a ninguno de los cinco emprendedores que ayer presentaron sus proyectos. Cada uno en un campo diferente, decidieron que era hora de avanzar en su vida laboral y llevar a cabo su propio plan de microempresa.

Manuel García es consciente de la dificultad de crear cualquier tipo de proyecto nuevo, por eso decidió aprovechar sus más de veinte años de trabajo en el mundo de la tecnología para llevar a cabo su propio proyecto. "La gente presenta cada vez más proyectos muy elaborados y de calidad", explica Manuel, "además en tecnología no hay crisis, son cada vez más las empresas que piden personas especializadas en este sector", añade este emprendedor. Zarpamos. El proyecto presentado por Manuel García es una aceleradora de empresas para emprendedores, cuya base del programa es una aplicación para móvil.

iM3, la iniciativa expuesta por Ricardo Martínez, es una microempresa dedicada a la realización y gestión de obras. Una idea que como su creador explica, " sigue la línea de lo que estudiamos y de lo que nos gusta, la arquitectura técnica y la realización de obras". Después de cuatro años dando clases particulares, Ricardo consiguió un fondo de capital propio que les permite enfocarse en su ideal de empresa, basado sobre todo en la reforma y rehabilitación de viviendas, más que en la construcción de obras nuevas.

Fátima Andrade y Arantxa Fernández se conocieron en un programa de competencias emprendedoras. Tras cuatro meses de hablar de nuevos comienzos, y gracias a recursos propios y el apoyo de familiares y amigos, nació Saborplace.com, una página web como punto de encuentro entre productores y consumidores finales. "Pensamos en nuestra salud y alimentación, al fin y al cabo somos lo que comemos. En el medio ambiente y también en por qué perder el poco tiempo libre que tenemos en tener que ir a hacer la compra. Juntando todas esas cosas surgió Saborplace.com", explica Arantxa.

El objetivo del proyecto presentado por Felipe Alonso, Nos Why Not, es incrementar la calidad de vida de personas con discapacidad intelectual, agrupándolos para que aprendan y trabajen la fotografía profesional. "Más que un proyecto empresarial somos un proyecto social", declara el creador de la iniciativa. El capital que utilizan es el mínimo y el necesario para el día a día. No buscan inversores, sino alianzas y apoyo, como la colaboración de Aspronaga en la creación de un calendario de fotografías.

Manuel, Ricardo, Fátima, Arantxa y Felipe han creado sus propias microempresas. Con fondos propios, inversiones o con un capital mínimo. Con experiencia en el sector y sin ella. Pero como el director de Ronsel afirma, "no hace falta ser un experto en relojes para montar una relojería".