El Ayuntamiento gastará en el alumbrado de Navidad y Carnavales un total de 654.000 euros anuales, cifra que equivale a 2,65 euros por habitante cada uno de los dos años durante los que se encargará de la iluminación festiva la empresa que resulte adjudicataria del concurso público que acaba de convocar el Gobierno local.

Las empresas que deseen optar a ser las encargadas de colocar y diseñar el alumbrado de la ciudad durante las fiestas de Navidad y el Carnaval tienen siete días, desde hoy, para presentar sus propuestas. El Gobierno local precisa, ya en la introducción del pliego de condiciones, de que la empresa que resulte adjudicataria será aquella que convenza al Concello, no solo por sus diseños y por su oferta económica, sino también por guiarse por criterios de sostenibilidad, es decir, por apostar por la implantación de nuevas tecnologías que permitan un mayor ahorro energético.

El Concello expone que el precio del contrato incluirá el diseño, el suministro, la instalación, el mantenimiento y el desmontaje de los elementos lumínicos. También se incluirán los gastos de legalización y los que se desprendan de las autorizaciones e inspecciones reglamentarias necesarias.

El pliego de condiciones establece que la iluminación navideña deberá funcionar desde el primer día de diciembre hasta el 7 de enero, mientras que el de Carnaval lo hará durante siete días. En ambos casos, las luces permanecerán encendidas desde las seis de la tarde hasta la medianoche, salvo en zonas "singulares y temáticas", en las que podrán estar funcionando hasta las dos de la madrugada. Entre estas zonas temáticas y singulares se encuentran las plazas de María Pita, Ourense y España, la zona del Obelisco, la avenida de Alfonso Molina, la calle Linares Rivas, los jardines de Méndez Núñez, la glorieta de Cuatro Caminos y los centros comerciales.

El Ayuntamiento no ofrece en el pliego de condiciones demasiadas imposiciones concretas con respecto al diseño del alumbrado, pero sí precisa que las luces ornamentales deberán ser sometidas a la aprobación municipal. También se reserva el Gobierno local el derecho a elegir, cada año, una temática concreta, así como a personalizar algunos diseños con la finalidad de que el conjunto del alumbrado cumpla el objetivo de "aportar una personalidad propia a cada una de las zonas de actuación" en las que se coloque.