El británico de origen polaco de 72 años Jan Antoni Landsman, que falleció el pasado domingo en el naufragio de un velero frente a la Casa de los Peces, había necesitado ya dos rescates, una semana antes, y navegaba, rumbo a Grecia, sin una radio que funcionara y sin mapas, según Capitanía Marítima y Salvamento Marítimo. El operativo para buscar a otras posibles víctimas -un testigo de los dos incidentes previos aseguró a este diario que el fallecido viajaba solo, pero algunos de los que vieron el naufragio del domingo dijeron haber observado al menos un tripulante más- continuó durante la jornada de ayer, aunque las malas condiciones del mar complicaron mucho la labor de Salvamento Marítimo y Guardia Civil.

Un miembro de Protección Civil de Valdoviño informó de que el navegante fallecido había necesitado un rescate cuando, en la playa de Pantín de ese municipio, se agotaron las baterías de su embarcación y trató de llegar a la costa en una pequeña balsa para recargarlas. El testigo que avisó a Protección Civil, que también lo fue del que sería el segundo incidente previo al del pasado domingo, relata que ya en aquella ocasión el navegante estuvo a punto de perder la vida.

"Yo iba en bicicleta y vi que el hombre se echaba al mar en una barca muy pequeña a remos. El mar lo estaba llevando hacia los acantilados de la playa de los Curas de Valdoviño y él remaba y remaba, pero no había manera. Cuando llegó Protección Civil, le echamos una cuerda y lo subimos a tierra por los acantilados. Él estaba exhausto, descalzo y con los pies negros", narra Vicente Corral, técnico de Navantia que avisó de aquel suceso y colaboró en el rescate.

Corral desconocía en el momento de aquel primer rescate que su relación con el navegante extranjero no había hecho más que comenzar. Una vez en tierra, el propietario del velero accidentado, expresó su deseo de volver de inmediato al barco para proseguir su singladura. Los mariscadores de la cofradía de Meirás le proporcionaron una batería recargada y lo llevaron de vuelta al velero, mientras que Vicente Corral, no solo lo acompañó hasta el barco, sino que también hizo con él el viaje hasta el puerto de Cedeira, una travesía en la que ocurriría un nuevo incidente.

"Los mariscadores de Meirás vinieron con una batería y se ofrecieron para llevarlo a la embarcación. Lo llevamos al barco y el me pidió que le indicara cuál era el puerto más próximo. Como parecía muy cansado y débil, decidí ir con él hasta Cedeira, pero, antes de llegar, nos quedamos sin gasolina y la lancha del 112 de Cedeira tuvo que remolcar el velero hasta el puerto", explica Corral, que añade que, al despedirse del navegante, le dejó su número de teléfono "por si necesitaba algo" y que, el pasado miércoles, llamó al puerto de Cedeira para interesarse por su situación, recibiendo respuesta de un miembro de Cruz Roja que dijo haberle llevado café y que informó de que el tripulante del velero se hallaba cargando las baterías en los pantalanes.

Corral dijo sentirse conmocionado por la noticia de la muerte del "aventurero bohemio" al que había ayudado, que le dijo que su único familiar era "un hermano con el que no se hablaba", y calificó el velero como "un auténtico desastre", tanto por la ausencia de medios como por el desorden que imperaba en su interior. "Dijo que tardaría dos meses en llegar a Grecia y yo pensé que no pasaría ni de las islas Sisargas. Sentí mucha pena por él", declaró.

También mencionó lo escasamente capacitados para la navegación que estaban tanto el fallecido como el barco en el que viajaba el jefe del centro de Salvamento Marítimo de A Coruña, Jesús Iglesias, que comentó, en base a los indicios de los que dispone, que el velero carecía de radio y que el tripulante no conocía suficientemente la costa.

Las fuerzas de seguridad analizaron un supuesto vídeo del incidente del velero, aunque la mala calidad de la imagen, según informó el Concello, impidió determinar si había una o más personas e incluso generó dudas sobre si el barco que aparecen en él es el velero siniestrado.

Los buzos de la Guardia Civil se sumergieron ayer para tratar de descubrir restos del barco, pero tuvieron problemas a causa del mal estado del mar. La búsqueda se retomará hoy a primera hora.