La reapertura hoy del tramo de la calle de San Andrés entre la iglesia castrense y Cordonería, que fue objeto de reforma durante los últimos meses, no supondrá el retorno del transporte público a su recorrido habitual por esta zona, ya que el Gobierno local decidió convertir en definitivo el itinerario provisional dispuesto para los autobuses que se dirigen hacia Monte Alto, que continuarán circulando por el paseo marítimo y la calle Hospital para reincorporarse en la plaza de España a su trayecto tradicional. La medida implica la instalación de nuevas paradas en el número 95 de San Andrés, el 17 de la avenida Barrié de la Maza y en la calle Hospital a la altura de la plaza de Juan Naya, así como en el número 1 de San Roque, en el lugar de la actual parada del taxi, que será retrasada unos metros.

La concejal de Movilidad, Begoña Freire, señaló que las nuevas paradas se instalarán en los próximos días, por lo que los buses 4, 6, 6A y 11 mantendrán en principio las provisionales colocadas durante la fase de obras. Freire justificó la elección del nuevo itinerario por la supresión de las aceras en la calle Cordonería, cuya estrechez hace que los técnicos desaconsejen el paso del autobús. La alternativa, que sería el tránsito por la calle Sol, también fue descartada tras las pruebas realizadas, ya que el giro del bus invade el espacio reservado a los peatones y casi roza con la fachada de uno de los edificios situados en la esquina.

La concejal anunció que el cruce de la calle Pórtico de San Andrés recuperará los semáforos retirados durante los trabajos y que el tramo que se reabre hoy se convertirá en una Zona 30. El Ayuntamiento situará una isleta en el cruce de San Andrés con Rúa Alta para favorecer el giro de los buses y duplicará los carriles en la rotonda que da acceso al paseo marítimo para evitar congestiones en ese punto, aunque Freire negó que se produzcan en este momento. La edil informó de que los cambios fueron explicados ayer mismo a comerciantes y vecinos de la zona y que los "han entendido perfectamente".

El presidente de la asociación de vecinos de Monte Alto, Alberte Fernández, declaró posteriormente que su colectivo no participó en la reunión, por lo que no fue informado pese a que este barrio es el más afectado por los cambios. Fernández calificó de "reducidísimo" el giro en Rúa Alta y que con el itinerario provisional a causa de las obras "están enfadados por los retrasos".

Aure López, presidenta de la asociación Ensenada del Orzán, sí fue llamada a la reunión en el Concello y admitió que el paso de los buses por Cordonería "es muy difícil por no decir imposible", aunque también destacó las quejas expresadas en el encuentro por vecinos que residen en la esquina de Rúa Alta, quienes propusieron que el bus viniese de Rúa Nueva para evitar un giro tan forzado desde San Andrés. "Los técnicos son los entendidos, por lo que será mejor esperar a ver cómo funciona", manifestó López.

"Ningún técnico municipal había planteado eliminar el transporte público de San Andrés durante el anterior Gobierno local", afirmó el concejal socialista José Nogueira, quien expresó su temor a un efecto negativo sobre las frecuencias. Begoña Freire replicó que su departamento no encontró ningún estudio sobre este asunto y que un rechazo al cambio supone no primar la seguridad de los peatones.