El rector de la Universidade da Coruña, Xosé Luís Armesto, recibe "con preocupación" el descenso de las partidas presupuestarias destinadas a las universidades gallegas en el anteproyecto de Presupuestos para 2013 presentado por la Xunta. Las cuentas planteadas por el Ejecutivo autonómico reservan para las tres universidades gallegas un total de 371 millones de euros, un 5,5% menos de lo pactado en el plan de financiación universitaria 2011-2015.

Armesto asegura que desde la Universidad se están manteniendo conversaciones con el Gobierno autonómico para "recabar más información" y aclarar alguna interpretación de las partidas "que no está nada clara". "Aparte del 5% del salario de personal, hay un cambio de 20 millones de euros de los fondos estructurales del plan de financiación a otras partidas", explicó. El rector advirtió de que este recorte presupuestario puede tener efectos "perversos" en lo que se refiere al funcionamiento estructural de la Universidad. "Entendemos que eso podría dificultar el funcionamiento de la institución", aclaró Armesto.

El plan de financiación 2011-2015 aprobado por la Xunta con el apoyo de los tres rectores obligaba a las universidades gallegas a aplicar un plan de contención del gasto y a reducir las partidas de personal, obteniendo como contrapartida un marco estable de financiación durante cinco años. A pesar de que este plan establecía que en 2013 la Xunta abonaría un total de 393,2 millones de euros a las tres universidades, los actuales presupuestos solo destinan a la educación superior gallega 371 millones, 22 millones menos de lo pactado.

Crítico con estos recortes también se mostró el rector de la Universidade de Vigo, Salustiano Mato, quien, a finales del pasado año, alertó de que les quedaba poco margen para seguir recortando y que, en caso de no recibir el dinero comprometido por el Gobierno gallego, se acabaría "matando" a la Universidad.

El nuevo tijeretazo podría obligar a las universidades a apretar aún más el cinturón. A finales de diciembre, la Universidad coruñesa aprobó su presupuesto para 2013, con un gasto total de 119,6 millones de euros. Las cuentas suponen un descenso del 3% con respecto a los presupuestado en 2012 pero en ellas, eso sí, se contaba con una aportación de la administración autonómica de 94 millones.

La asignación que venían recibiendo de la Xunta pasó de los 338 millones de euros al principio de la pasada legislatura, a 365 en 2010. Al año siguiente se elevó a 390,3 millones y en 2012, pese a la crisis y a que los presupuestos de la Xunta sufrían su tercer recorte consecutivo, las universidades lograron mejorar su financiación ligeramente hasta los 391,1 millones de euros.

Una parte de la partida consignada para 2013 se repartirá, además, entre las universidades en función del cumplimiento de objetivos. Fue una de las novedades del plan de financiación universitaria suscrito hace dos años por los rectores y el Gobierno gallego. Así se valorará si tienen campus de excelencia, su nivel docente o su presencia internacional, entre otros indicadores.

En defensa de este recorte salió hace dos semanas la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, que alegó que este descenso de fondos por parte de la Xunta se verá compensado con la obligada reducción de gastos de personal que deben acometer las universidades y con un aumento de sus ingresos "por la actualización de las tasas universitarias, que aún así seguirán siendo de las más bajas de todo el Estado español".

Los presupuestos de la Xunta no solo reducen la financiación si no que, en el caso de la UDC, no destinan ni un solo euro a la residencia de estudiantes, pese a que la coruñesa es la única universidad gallega que no cuenta con residencia pública. Armesto se refirió también a esta cuestión pese a que no le parece "novedosa". "Ya lleva varios años disminuyendo la aportación presupuestaria aunque, en la práctica, nunca ha habido tal aportación", aseguró.