Los padres de Diego Novo, José y Vanesa, han denunciado la "indiferencia" de los responsables del colegio 'Liceo la Paz' --en el que su hijo de cuatro años cursaba estudios y en el que falleció por ahogamiento cuando asistía a una de las actividades complementarias en la piscina--, al tiempo que han pedido a la Justicia que depure "las responsabilidades" de los siete acusados "en su justa medida".

Tras tres días, el juicio ha quedado visto para sentencia después de declarar cinco de los siete acusados: el jefe de estudios, el director técnico; el coordinador de la piscina; la monitora y el socorrista. En el banquillo de los procesados, se han sentado también los dos propietarios del colegio, pero se han acogido a su derecho a no declarar.

Ninguno de los acusados ha querido tampoco hablar cuando la jueza del Juzgado de lo Penal número 5 de A Coruña les ha dado la oportunidad de hacerlo al término del juicio, en el que este viernes han prestado declaración los peritos y las partes han elevado a definitivas sus conclusiones.

En un caso, la Fiscalía y la acusación particular manteniendo la petición de penas de entre tres y cuatro años de prisión por homicidio por imprudencia y, en otro, pidiendo la absolución como han hecho los tres letrados de la defensa, que han alegado también dilaciones indebidas.

MUERTE POR "SUMERSION"

La muerte de Diego Novo se produjo el 30 de marzo de 2009 cuando el menor asistía, junto a otros compañeros, a una clase de natación y que habría abandonado para ir al baño. Cuando todos los alumnos estaban ya fuera, los monitores se percataron de que el niño estaba flotando en el agua.

Pese a los intentos de reanimación, Diego Novo falleció, una circunstancia que la acusación particular atribuye al tiempo que permaneció bajo el agua sin que la monitora o el socorrista se percatasen.

Estos, por su parte, han asegurado que cuando finalizó la clase no quedaba nadie y que el niño, que tenía miedo al agua, tuvo que regresar solo a la piscina tras ir al baño sin pedir permiso.

Como ocurrió con otros testigos, la perito forense que ha declarado este viernes no pudo aportar datos sobre cuánto tiempo pudo permanecer el niño sumergido en la piscina. Unicamente ha apuntado que "la muerte por sumersión se produce rápido en cuestión de minutos", entre "dos y cinco desde que el organismo está sin el oxígeno", ha apuntado.

Tras las periciales, todas las partes elevaron a definitivas sus peticiones, con excepción de la Fiscalía que renunció a reclamar una indemnización para los padres de 50.000 euros, en base al criterio por los padres.

"ERROR HUMANO" O "DESCOORDINACION"

En sus conclusiones, el abogado de cinco de los acusados -entre ellos los propietarios del colegio-, Antonio Platas, ha negado, frente a los argumentos de la acusación particular, ejercida por el abogado José Luis Gutiérrez Arangüren, o de la Fiscalía que se hubiesen incumplido las normas de seguridad.

Así, para el Ministerio Público se incumplió "el derecho objetivo de cuidado" y hubo una total "descoordinación de funciones", tras asumir el socorista la clase de una monitora que se ausentó para ir al médico. Por el contrario, para este letrado de la defensa el niño se "sustrajo a la vigilancia" de los cuidadores.

Además, ha manifestado que "pudo producirse un error humano, pero no un fallo en el protocolo", mientras que ha achacado a la jueza instructora de este caso el que el día del suceso no se avisase a los padres de la muerte del niño "hasta más de dos horas después", según ha denunciado su letrado en la lectura de conclusiones.

MUERTE POR FALTA DE "CONTROL"

Frente a los argumentos de las defensas, que han calificado también lo sucedido como un "accidente" y un "fallo humano", el abogado de los padres se ha preguntado "si el control era total cómo se explica que Diego haya muerto". "Acabó muriendo porque la gente que estaba a su cuidado no prestó atención", ha añadido Gutiérrez Arangüren, para quien si un hecho similar no ocurrió más veces en el colegio "fue porque Dios no lo quiso".

En su opinión, hubo "doce minutos" en los que no hubo "control" sobre lo que sucedía en la piscina. Además, ha denunciado el "silencio cómplice" desde la muerte de Diego Novo por parte del colegio y ha lamentado que sus responsables no mostraran en cuatro años "consideración" hacia los padres del menor.

Por el contrario, las defensas han planteado la existencia de un "linchamiento público" de los acusados y un "juicio paralelo" y "mediático", en referencia a las muestras de apoyo a los padres en las redes sociales o la distribución de carteles por la ciudad de A Coruña en los días previos al juicio.

AGRADECIMIENTO DE LOS PADRES

Al término del mismo, la madre de Diego Novo leyó un comunicado en el que ha dado gracias a todas las personas "que hicieron lo posible y lo imposible" por intentar salvar la vida de su hijo, en particular al servicio medicalizado del 061 y a la enfermera del centro.

Además, han agradecido todas las "muestras de cariño", al tiempo que han vuelto a exigir "respuestas" a lo sucedido ese día. En particular, han criticado la "indiferencia" de los responsables del colegio, a los que han instado a asumir "algún día su responsabilidad".