Las escenas de dolor vividas hacía un año en el campamento base se tornaron ayer en emoción y orgullo. En el aniversario de la tragedia en la que perdieron la vida tres policías nacionales y un estudiante de Erasmus, los familiares, amigos y compañeros de los agentes -Javier López, Rodrigo Maseda y José Antonio Villamor- regresaron a la Coraza del Orzán para inaugurar un monumento en su honor.

"Hace un año estábamos en este mismo sitio con una mezcla de dolor y esperanza. Ahora estamos aquí con una mezcla de dolor y orgullo", exclamó el director general del Cuerpo Nacional de Policía, Ignacio Cosidó, durante su emotivo discurso. "Esta tragedia y estos héroes han servido para unirnos más. No hay lección más dura, pero tampoco más hermosa, porque aquí, en el Orzán, hemos aprendido el significado de la solidaridad y el sacrificio. La semilla que dejaron los héroes nos ha hecho mejores, ha transformado el Cuerpo Nacional de Policía. Su memoria está ahí y nos hace mejores", aseguró Cosidó, quien destacó que los tres agentes permanecerán "en la memoria de todos los españoles".

La mujer de Javier López también dirigió unas breves palabras a los asistentes, entre los que había diversas personalidades de la ciudad y muchos ciudadanos anónimos que desafiaron a la lluvia para mostrar su reconocimiento a las víctimas. "Esta escultura recordará la entrega y la valentía de Rodrigo, José Antonio y Javier a las generaciones futuras. El monumento simboliza los más altos valores humanos", aseveró la esposa del policía fallecido, al tiempo que añadió: "Solamente algo muere cuando se olvida".

Y ninguno de los presentes en el acto olvidó a los tres agentes que no dudaron en lanzarse de madrugada al mar para intentar rescatar al estudiante eslovaco Tomas Velicky. "Nadie muere por completo mientras haya alguien que lo recuerde. Los tres policías han logrado la inmortalidad que solo alcanzan los héroes. Pertenecían a esa buena gente que sustenta la sociedad, sentían esos valores que nos humanizan", manifestó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien subrayó que A Coruña inauguró ayer "un nuevo faro que recuerda que hay esperanza mientras existan mujeres y hombres como Rodrigo, José Antonio y Javier".

El alcalde, Carlos Negreira, recordó que, al igual que los tres policías, hace cien años Francisco Alcaraz, un carpintero que trabajaba en la construcción de las Escuelas da Guarda, falleció al lanzarse al mar para ayudar a unas bañistas en apuros. El regidor municipal también mencionó a Juan Darriba, un chico de 11 años que murió en el rescate de una mujer que le triplicaba la edad. "El mar del Orzán está teñido de generosidad y heroísmo", aseguró Negreira durante la inauguración del monumento que rinde homenaje a todos los héroes que perdieron sus vidas en el mar de A Coruña.

"Hay sonidos imposibles de olvidar, el de aquel helicóptero que antes del alba despertó a la ciudad con un estruendo de preocupación. Muchas veces las malas noticias llegan sin que medien palabras. No las hubo para consolar tanto dolor, difícil encontrarlas en aquellos momentos para quienes tratábamos de dar consuelo a los familiares de Javier, Rodrigo y José Antonio. También al padre de Tomas Velicky", rememoró Negreira, que, junto al presidente de la Xunta, descubrió la placa de la escultura, a la que se acercaron multitud de curiosos.

Adrián Doce, el joven que participó en el rescate, un policía nacional y otro local, recorrieron la Coraza con una corona de flores para realizar una ofrenda ante el monumento. Después, el himno gallego y el español pusieron fin a los actos en homenaje a Javier López, Rodrigo Maseda y José Antonio Villamor, que comenzaron a las 11.00 horas con una misa en la iglesia de los Salesianos.