"Espero que a la tercera vaya la vencida". El presidente de la asociación de vecinos O Castrillón-Urbanización Soto IAR, Domingo Verdini, recuerda que llevan una década esperando por el polideportivo para el barrio. El alcalde convocó ayer a los representantes de los residentes en la zona para anunciarles que en los próximos días volverá a salir a concurso la construcción del complejo, cuyo último concurso quedó desierto.

El Gobierno local pone encima de la mesa otra fórmula con la que pretende no repetir el fracaso de la licitación de sus antecesores y atraer empresas constructoras. La gestión deportiva y la gestión comercial se hará por separado. Por un lado, la empresa municipal de vivienda adjudicará la gestión deportiva y, por otro, la empresa constructora asumirá íntegramente los cuatro millones que cuesta el complejo a cambio de la concesión de los 1.600 metros cuadrados de superficie comercial ampliada a setenta años.

"Es una noticia favorable pero de momento es un concurso", advierte Verdini. Los vecinos todavía prefieren no pronunciarse sobre si creen que alguna empresa, con las dificultades actuales, considerará atractivas estas condiciones. El Ejecutivo anterior había justificado que, aunque había empresas interesadas, la falta de crédito de los bancos paró a las escasas aspirantes.

"Espero que salga adelante", comenta el presidente de IAR, que sugiere que se realice una preinscripción para que quede demostrada la fuerte demanda que tiene esta infraestructura en el barrio. "El hecho de que finalmente el complejo incluya el parking es un atractivo a favor porque vendrán de otras partes de la ciudad", reflexiona con esperanza el dirigente vecinal tras la reunión con el alcalde, Carlos Negreira; el concejal de Deportes, Francisco Mourelo; y la edil de Barrio Mariel Padín. El alcalde señaló ayer que este proyecto es "prioritario" y que el aparcamiento de 100 plazas "evitará problemas de tráfico en la zona".

En el concurso anterior, que quedó desierto, se licitaba en conjunto la construcción y la gestión del complejo y el Concello asumía dos millones de euros del total. Ahora la zona deportiva estará en manos, de forma externalizada, del Concello y el resto será de la constructora. El Ayuntamiento calcula que, si la obra se adjudica en torno al 30 de junio, los trabajos podrían comenzar en el último cuatrimestre del año. El plazo de ejecución es de 18 meses.

El polideportivo de O Castrillón fue una promesa electoral de Francisco Vázquez en 2003, un faraónico proyecto de 14 millones de euros cuyo diseño llegó a ser adjudicado pero que nunca se materializó. El Ejecutivo de coalición anterior propuso un proyecto más modesto, cuyo concurso quedó desierto. Ante esta situación, decidieron encargar a Emvsa la construcción de las instalaciones, en las que incluían pistas de pádel pero dando hasta diez años para construir la piscina.