"Fue muy tranquilo, lo malo es que no coincidimos con muchos niños porque esto tiene que madurar un poco", comentaba ayer Isabel López, madre de una alumna del colegio Concepción Arenal acerca del primer día de aplicación del proyecto Ancas, una iniciativa del Ayuntamiento y la asociación Stop Accidentes para fomentar que los niños de 10 a 12 años acudan solos a los centros escolares. La idea se traduce en el trazado de siete rutas seguras para los pequeños, en las que van acompañados por monitores voluntarios. Esta madre siguió la que discurre por General Sanjurjo y A Gaiteira.

Para Isabel, en el futuro "se van a sumar más niños", ya que en su ruta viven compañeros de su hija, a la que el año que viene solo acompañará la mitad del camino. El programa cuenta además con los niños como sus principales promotores, ya que están "encantados" con la idea de ir sin sus padres al colegio. "Mi hija colaboró en pegar las pegatinas y ella, que siempre protesta al levantarse, hoy (por ayer) se levantó muy bien por el hecho de estrenar la ruta", explicaba Isabel López sobre la actitud de los alumnos el primer día, al tiempo que señalaba que los padres están confiados pero que quieren que los niños vayan en un grupo grande "porque cuanto más lo sea, habrá mayor seguridad al cruzar".

Ángela Jiménez, miembro de Stop Accidentes, fue una de las monitoras que tomó parte ayer en otra de las rutas, en la que había doce niños inscritos, pero que llegó a reunir a 16, y destacó que los alumnos del Concepción Arenal llevan años trabajando sobre la seguridad vial. "Vamos a intentar brindarles seguridad en la ruta para que poco a poco puedan venir solos, los mayores acompañando a los más pequeños", afirmó, a lo que añadió que la presencia de la Policía Local en los primeros días reforzará la seguridad del padre. La señalización del camino en los comercios mediante pegatinas con la imagen de la rana que identifica al proyecto Ancas es otro de los aspectos que atraen a los niños, según está monitora, para quien esta idea les gusta mucho y supone además "una forma segura de que los niños vuelvan a caminar solos por el barrio".

El arranque del proyecto hizo que los responsables de la dos concejalías implicadas en su desarrollo, Educación y Tráfico, decidiesen comprobar en persona cómo se llevaba a cabo el estreno. Para el edil del área educativa, Francisco Mourelo, el primer día resultó "bastante bien, ya que los niños han respetado bastante bien las pautas que se les van recordando en el camino, por lo que el trabajo previo se ha notado". Mourelo aclaró que los monitores son miembros de Stop Accidentes y padres de niños pequeños que actúan como "acompañantes de ruta y no como responsables de los niños". El concejal aseguró que en los próximos día se sumarán más alumnos "porque ellos quieren ir y los padres están a la espera de ver cómo funciona".

"Lo más bonito es que los niños y los padres acojan este proyecto con ilusión", declaró la titular de Tráfico, Begoña Freire, quien resaltó que las familias "consideran muy bueno que los niños asuman la responsabilidad de ir al colegio con sus compañeros" y que se mostró "muy satisfecha" de la implicación de los comerciantes y los hosteleros en la iniciativa, que cuenta ya con peticiones de otros colegios para participar . En cuanto a la señalización de las rutas que se colocará en el pavimento, el Ayuntamiento espera que se instale la próxima semana.

"Los niños han logrado contaminar su entusiasmo a los padres", manifestó la delegada en Galicia de Stop Accidentes, Jeanne Picard, para quien "esto va a hacer bola y la ranita va a llenar las calles". Su objetivo es que haya "un movimiento de convivencia y que los conductores respeten a los peatones y a los niños" y que además espera que el se cambie la frecuencia de algún semáforo o alguna infraestructura.