El presidente de A Mesa pola Normalización Lingüística, Carlos Callón, fue absuelto de la falta de injurias de la que le acusaba el exjuez decano Antonio Fraga Mandián. La Audiencia rechazó que el escrito que envió Callón en 2008 a los medios de comunicación en el que insinuaba que el magistrado se saltaba la ley y cometía irregularidades por haber utilizado el topónimo ilegal "La Coruña" le haya causado un grave daño, tanto en el ámbito personal como familiar, tal y como sostiene Fraga Mandián.

"El uso del topónimo correspondiente a esta ciudad ha implicado a personas de relevancia pública, que también debe reconocerse en la persona del denunciante, por lo que, por una parte, ello excluiría la afectación de la intimidad, y, de otra, amplía los límites de la crítica", arguye el tribunal en la sentencia, en la que insiste en que el comunicado entraña "una crítica a una persona pública sobre una polémica con un claro interés político y social, que, si bien puede disgustar o molestar, estaría amparada por la libertad de expresión".

El dirigente del colectivo ya había sido absuelto por la magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de A Coruña. El exjuez decano recurrió el fallo ante la Audiencia, que volvió a celebrar el juicio.

El alto órgano judicial provincial, sin embargo, volvió a emitir el mismo fallo que la juez de primera instancia. Contra esta última sentencia no cabe recurso. "No se puede llegar a la conclusión de que la crítica se haya realizado calumniando o vejando a la parte denunciante, pues no estamos ante un ataque personal dirigido a herir o lesionar la figura moral y la reputación, consideración y prestigio del denunciante", recalca el tribunal de la Audiencia en el escrito, en el que destaca que el comunicado se envía a los medios después de que Fraga Mandián defendiese la utilización de la L en el topónimo.

"El escrito hace alusión a la comisión de ilegalidades en relación al nombre de esta ciudad, lo que, y ello ha de tenerse en cuenta, ha sido objeto de una antigua y notoria polémica", sostienen los jueces, al tiempo que decretan que no es "apreciable" que Callón tuviese "ninguna intención de ofender".