La próxima subida de la luz, de unos diez euros al año, pone en cuestión el sistema español. Grandes consumidores, usuarios domésticos y economistas charlan sobre este nuevo incremento en uno de los recibos más temidos de los que llegan a los buzones de las casas.

Paulino Martínez: La subida de la luz lo que refleja es un sistema mal regulado. Desde 1997 no ha sido capaz de cuadrar los costes con los ingresos por tarifa y, por lo tanto, es deficitario. Estamos teniendo subidas de la luz que sitúan su precio final como uno de los más altos de Europa.

José Luis Paz: Es inexplicable que, con la producción de energía que tenemos en Galicia, los grandes consumidores tengan tarifas por encima de la media europea y del mundo. Esto representa un problema muy serio de competitividad, una fluctuación, por pequeña que sea, puede marcar la diferencia entre dar beneficios o entrar en pérdidas.

Graciela Damil: Desde el año 1998 que empezaron los cambios en la tarificación, esto ha sido un verdadero caos. Van haciendo las cosas sobre la marcha, poniendo parche sobre parche y, los más perjudicados siempre son los consumidores, que cada día pagan más.

P. Martínez: La difícil comprensión es uno de los grandes problemas que tenemos en este sistema. Ya el tema eléctrico es complicado y la regulación de los últimos años lo que ha venido es a oscurecer, aún más, la comprensión de cómo funciona y qué tenemos que hacer los usuarios, grandes y pequeños, para consumir de una manera más eficiente.

G. Damil: Nosotros denunciamos varias cosas, una de ellas los cambios, después el sistema de facturación por estimación, porque han traído grandes reclamaciones. Había facturas de 300 o de mil euros y eso no es normal en una familia.

P. Martínez: Al mes siguiente, claro, te daba cero.

G. Damil: O te devolvían 200 euros porque las estimaciones siempre se hacían al alza, según nuestra experiencia. Llegamos a la conclusión de que no se leían los contadores y eso se vio con el cambio del analógico al digital. A mí me han estado un año entero sin facturar y yo llamaba y me decían que todo estaba bien. La conclusión es que, quien venía a leer el contador no sabía hacerlo y optó por poner lectura cero. Pedimos que nos metiesen una cuartilla en el buzón explicándonos cómo se leía el contador, para que los usuarios supiesen cuánto consumían para comprobar si la factura venía bien o mal. Lo de las revisiones trimestrales está legislado y regulado pero no estamos de acuerdo con ellas porque el consumidor no está pagando lo que debería. Las lecturas son bimestrales, pero los cambios de tarifa son trimestrales; hay un mes ahí en el que, por ejemplo, si sube la luz en julio, te cobran junio a precio de julio.

P. Martínez: Yo pensaba que no.

J. L. Paz: Nunca pierden ni siquiera empatan. A mí me estuvieron siete meses sin facturar y también llamaba todos los meses y, un día, recibo una carta de Fenosa que me dice que debo 770 euros y dije que no estaba dispuesto a pagar todo junto, que me lo tenían que fraccionar, primero me dijeron que no había ningún problema y, después, me llegó una carta que me anunciaba que me iban a cortar la luz.

G. Damil: Cuando hay un error administrativo tienen que fraccionarte el pago en los mismos meses en los que se ha producido el fallo.

J. L. Paz: A mí me molestó que me dijesen que, si no me habían cobrado durante todos estos meses, bien podría haber ahorrado el dinero de las facturas. No es mi caso, pero no se puede pretender que una persona que cobra una pensión no contributiva, tenga un peto para los errores de Fenosa, porque aunque haya más compañías, esto es un monopolio.

G. Damil: La competencia en estos momentos no existe. Lo mejor es seguir en la Tarifa de Último Recurso (TUR), que es lo que está regulado, porque las demás te ofrecen servicios que no quieres y, al final, pagas lo mismo en todas.

P. Martínez: Esto viene de una ley que fue "pactada" por el primer gobierno Aznar con las eléctricas, con un protocolo a finales de 1996. Todo apuntaba a que eso no saliese bien. Les obligan a separar generación de suministro pero, al final, son los mismos grupos aprovechando toda la verticalidad del sistema, es decir, generando y suministrando electricidad. ¿Por qué no hay competencia? Pues porque la propia regulación no lo facilita.

G. Damil: Hay otro tema que nosotros denunciamos y es que se vuelve a la facturación bimensual y te dan la opción de que tú puedas leer el contador y, para eso, te tienes que dar de alta en la web, algo muy práctico para la gente mayor... Te dan la opción de que establezcas un precio fijo al mes con una regularización a final de año. A nosotros, al principio, la idea nos parecía buena, porque respondía a una propuesta que habíamos hecho cuando se pasó de la tarifa nocturna a la discriminación horaria, y con las estimaciones, para evitar tantas reclamaciones. Hay un problema, para acceder a esta tarifa, te obligan a ir al mercado libre y eso no lo dice la resolución. Puedes seguir en la TUR y exigir que te facturen mensualmente pactando el precio. Si presentas la reclamación, al final, se arregla, pero tienes que hacerlo. Es un abuso. Son malas prácticas empresariales. Nosotros, a veces, pensamos que deben tener verdaderos cracks en marketing para ver por dónde pueden entrar. En el momento en el que se descubre el engaño, ya han estafado a un millón de usuarios de los que solo la mitad reclama y se llevan el beneficio de la otra mitad y ya están pensando en cómo van a hacer la siguiente.

J. L. Paz: Yo lo que no entiendo es que, en mi casa, no pueda hacer las cuentas de cuánto voy a gastar de luz al mes.

G. Damil: Todo el mundo pensaba que, al volver al recibo bimensual, pagaría lo que en realidad estaba consumiendo, y que se habían acabado los sustos de las estimaciones. Pero, ¡ojo! porque ha subido mucho la luz estos años y van a venir unos pelotazos...

P. Martínez: Es que lo de la tarifa nocturna... Tú compras un piso que tiene tarifa nocturna y, se supone que en el valor del piso está incorporada esa ventaja y, a los dos años, se acaba. Entonces, te tienes que meter a hacer un doble circuito en casa con relojes para que te entre una potencia determinada, porque si no te llegan unas facturas bestiales. Tendrían que dar un plazo de adecuación o no dejar que se hiciesen pisos con tarifa nocturna.

J. L. Paz: Los grandes consumidores antes tenían una tarifa especial, que básicamente era una subvención. Ahora con Europa, lógicamente hay una competencia y hay que tener cuidado con lo que se hace. En un momento dado, los grandes consumidores dijeron que se iban de España. Ahora lo que hay ya no es una subvención sino una compra de disponibilidad de corriente, lo que se llama la interrumpibilidad. Si una eléctrica necesita energía en un momento concreto y no la tiene, le dice, por ejemplo a Alcoa, que le va a cortar el suministro durante una hora. Entonces, recuperan todos los megavatios y los llevan a sus líneas y, por eso, pagan un canon a las empresas. Para eso hay que cumplir unas condiciones, como consumir más de cien megavatios a la hora y, después, tiene unas penalizaciones si no sale bien. Europa no permite subvencionar directamente, sin embargo, la media de precios europea está diez euros por debajo de la de España. Solo hay un país que tiene la energía más cara que España y es China. Lo de la tarifa nocturna es igual que lo de los grandes consumidores, los compañeros de las empresas estuvieron luchando por salvar los puestos de trabajo. Ahora, les dicen que les van a comprar la interrumpibilidad, pero si lo van a hacer, tendrían que ponerle como condición a la empresa que mantuviese los puestos de trabajo. De lo contrario, se les da un pelotazo de dinero durante dos años y, cuando se acaba, se van, como General Dynamics.

P. Martínez: Son seguridades que son necesarias a largo plazo, porque a una empresa como Alcoa, por ejemplo, no le vale un compromiso de un año o de dos.

G. Damil: En esta país no se hacen previsiones y siempre lo pagamos los mismos. Se supone que tenemos algunos derechos, pero tenemos que reclamarlos. Hay muchísimas estafas, no solo las de las preferentes, sino también en la electricidad y en la telefonía móvil. Por más que estudio la factura de la luz no consigo entenderla.

P. Martínez: Porque tal y como está diseñada la subasta de energía, lo normal es que suban los precios, porque se está vendiendo energía a plazo. Si haces esto, tratas de cubrirte de que el precio vaya en dirección contraria a la que tú piensas, por lo que pides más dinero por la misma energía por el simple hecho de que te estás comprometiendo a comprarla o a venderla en los próximos meses. Es un precio mayor que el que tendría si fuese para entregar en el momento. El mercado libre de energía, además, toma como referencia a la TUR para marcar sus precios, por lo que, a las eléctricas, lo que les interesa es que la TUR sea lo más alta posible. Después está la parte de los peajes. Los ingresos por tarifa no compensan los costes reconocidos a las empresas eléctricas. Eso puede venir porque las tarifas son muy bajas o porque los costes reconocidos son muy altos o por una combinación de ambas. No me parece muy responsable mantener artificialmente bajas las tarifas si es necesario subirlas. El recibo de la luz se ha incrementado un 70% en los último seis años y los costes reconocidos han subido mucho más.

G. Damil: Ese es el problema. ¿De dónde vienen esos costes? Si hay una deuda, que la expliquen y habrá que afrontarla, como tantas otras. Es un engaño continuo. ¿Es verdad que ese dinero va para ahí? Porque el déficit sigue subiendo y nosotros cada día pagamos más. Ellos presumen de que tienen beneficios. ¿Cómo es posible si tienen déficit?

P. Martínez: Porque el déficit es a favor de las eléctricas. El déficit es dinero que las empresas pagan, pero que se les debe y, otra cosa, que hay muchas instalaciones de las que se ha recuperado ya el coste.

J. L. Paz: Yo ya sé que las empresas a raíz del acuerdo de Kyoto han tenido que modernizarse, pero es que en Galicia tenemos agua, tenemos viento... y que nosotros paguemos la corriente más cara del mundo, cuando la estamos produciendo nosotros...

P. Martínez: En la factura no solo están el consumo y los peajes sino también los impuestos, que es una subida de precios que hace el Gobierno, de una manera asimétrica. La hacen porque las empresas grandes se lo van a repercutir al consumidor, pero las renovables no van a poder hacerlo, porque cobran de una manera diferente y tienen que asumirlo ellas, en lugar de cobrársela a sus usuarios.