La única oferta realizada para la construcción de un complejo comercial y deportivo, con piscina cubierta incluida, en el barrio de O Castrillón se ha hecho finalmente con la adjudicación del proyecto, que deberá estar terminado en un plazo de 17 meses a partir de la firma del acta de replanteo. Gadisa, a través de su filial Mercartabria, consiguió hacerse con esta actuación al presentar una oferta económica que rebaja en un 30% el presupuesto de licitación, ya que de los 4,8 millones de euros planteados bajó hasta los 3,3 millones.

El Ayuntamiento convocará ahora otro concurso para la gestión de las instalaciones deportivas, puesto que Gadisa solo optaba a gestionar la zona comercial a cambio de hacerse cargo del coste de construcción del edificio. El acta de resolución del concurso justifica la adjudicación a Mercartabria "por ser la única licitadora", así como por haber obtenido "una puntuación de 75 puntos sobre un total de 100".

El complejo no solo dispondrá de instalaciones deportivas, sino también de una zona comercial de 1.608 metros cuadrados. La inclusión de un espacio para actividades terciarias fue la solución buscada por el Gobierno local para hacer frente a la falta de ofertas que se produjo en el anterior concurso convocado, que quedó desierto porque ninguna empresa consideró rentable la construcción y gestión del complejo deportivo. Una vez planteado el nuevo concurso con la incorporación de una zona comercial, Gadisa fue la autora de la única propuesta para abordar este proyecto.

El área deportiva del complejo contará con una piscina cubierta de 25 metros de longitud, lo que la hará apta para competiciones, como exigían los vecinos del barrio, además de una pista polideportiva, un gimnasio, salas de entrenamiento y un aparcamiento con 75 plazas. El diseño presentado por Mercartabria establece la distribución de las dependencias en 5 plantas, para lo que se aprovechará el desnivel existente en el terreno.

La parcela en la que se construirá la ansiada piscina y polideportivo de O Castrillón está situada junto al colegio público Fernández Latorre, en una zona pendiente de urbanización por la que debe discurrir un tramo pendiente de trazar de la avenida de los Caídos. El alcalde socialista Francisco Vázquez fue el autor de la primera promesa de este equipamiento en la campaña electoral de 2003, lo que llevó incluso a la colocación de un cartel en el lugar anunciando la próxima realización del proyecto.

La iniciativa cayó en el olvido hasta que el sucesor de Vázquez, Javier Losada, la retomó durante su mandato con la presentación de un ambicioso diseño para la piscina que finalmente se descartó por su elevado coste. El PP asumió el reto de llevar a cabo el proyecto pero su primer concurso quedó desierto, por lo que optó por añadir un área comercial al edificio.