La Compañía de Tranvías retira ocho autobuses de líneas como la 3, la 5, la 6, la 12 y la 22 y pondrá en funcionamiento otros tantos vehículos nuevos. Sus motores no cuentan con la certificación que será obligatoria el próximo año, la Euro VI, pero, según aseguró ayer el director general de la Compañía de Tranvías, Javier Contreras, las diferencias que los separan son muy pequeñas, por lo que estos nuevos buses contaminan menos que los que se retiran de las calles, que son los más antiguos de las cocheras.

Son vehículos de doce metros, porque, según explicó ayer el director de la Compañía de Tranvías, en este momento, la demanda de las líneas no requería "autobuses articulados" sino coches más pequeños.

A pesar de que físicamente no se diferencian demasiado de los demás buses rojos que circulaban hasta ayer por las calles de A Coruña, los nuevos vehículos cuentan con novedades como que la cabina del conductor está climatizada -no así el resto del coche, ya que se considera que no es eficiente este sistema para los pasajeros, porque el abrir y cerrar de puertas continuo hace que se escape el aire frío y no se refresque el interior-, también con un sistema de rampas más accesible y más seguro.

Cada bus tiene capacidad para transportar a 88 usuarios, 29 de ellos sentados, un pasajero con movilidad reducida y los 58 viajeros restantes pueden ir de pie durante el trayecto.

La inversión en estos ocho vehículos asciende a dos millones de euros, una partida presupuestaria igual a la ejecutada el año pasado, también para adquirir ocho buses. El BNG recuerda que la renovación de la flota es "una obligación legal" e insta al Gobierno local a revisar la concesión con la compañía y la fórmula para calcular las tarifas.

El director general de la Compañía de Tranvías, Javier Contreras, aseguró ayer que la empresa no ha renunciado a incluir en su flota autobuses híbridos, que son menos contaminantes, pero no lo hará todavía porque "no funcionan al 100%" en las ciudades en las que se están probando. "Son el futuro, pero hay que esperar", resumió ayer Contreras, que aboga por tener buses híbridos cuando hayan evolucionado más.

Sobre los precios que entrarán en vigor el próximo año, la edil de Tráfico, Begoña Freire, dijo que el Gobierno local no está trabajando todavía en ellos con la Compañía de Tranvías y que esperará a que la firma le presente un informe para empezar a negociar las nuevas tarifas. Ni una palabra hubo ayer sobre aquellas promesas electorales del PP que hablaban de la creación de una tarifa plana mensual y de un bono especial para familias.