Para los altos, para los bajos, para los niños, para los ancianos, para los gordos, para los flacos, para los optimistas, para los pesimistas... Se podría pensar que esto hace referencia a una conocida marca de refrescos de cola, pero nada más lejos de la realidad. Se refiere a la oferta de tapas que se pueden degustar siguiendo cualquiera de las cuatro rutas de tapeo creadas para la décima edición del Concurso de Tapas Picadillo. Así, 52 establecimientos compiten entre sí para alzarse con el título de mejor tapa tradicional, mejor tapa creativa o Premio Ciudad de A Coruña.

El concurso comenzó el pasado día 13 de septiembre y, los rezagados que aún no hayan disfrutado de sus manjares, podrán hacerlo hasta mañana. Entre las 69 propuestas podemos encontrar todo tipo de sabores, texturas y presentaciones. Desde una trainera de mejillones a la vinagreta en las que los remos son palillos de madera, hasta una típica hamburguesa americana reconvertida al galleguismo mediante grelos, setas y queso de Arzúa. Los más nostálgicos también tienen su espacio con los típicos calamares fritos del Copacabana o con un churrasco con patatas fritas y salsa. Los comensales de esta edición no solo disfrutan de la comida, sino que la organización ha preparado un sorteo de nueve comidas o cenas en restaurantes con Menú Catuxa, seis vales de compra por valor de 130 euros en el pequeño comercio, y cinco paquetes de ocio del producto Catuxa te descubre A Coruña que incluye bautismos de vela, paseos en 4x4, circuitos termales o un curso de iniciación al surf.

Los propietarios de los locales coinciden en lo acertado del concurso, y destacan que es muy positivo y divertido participar en él. Además, el certamen supone un extra de publicidad que nunca viene mal tras el verano. Lo cierto es que la competición y las ansias de alzarse con el triunfo final no se hacen visibles en los propietarios. La profesión, quizá, se lleva por dentro. Lo que es seguro es que el jurado de expertos de las escuelas de hostelería que juzgará la primera fase, así como el jurado de expertos que valorará las tapas finalistas, tendrán una dura decisión en sus manos. Eso sí, una decisión endulzada con excelentes manjares en forma de tapa.