Desde que General Dynamics anunció el cierre de la fábrica coruñesa en febrero, sobran los dedos de una mano para contar el número de veces que el presidente de la Xunta se pronunció públicamente a respecto de la factoría. Ayer, lo hizo en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta y, preguntado por este diario, no aportó nada nuevo, pese a que el futuro de la fábrica afronta su semana decisiva.

Días después de que, según fuentes implicadas en las negociaciones, la Xunta diese el visto bueno al plan del grupo IFFE para reactivar la actividad, Feijóo aseguró que el Gobierno gallego está todavía "haciendo valoraciones de los distintos proyectos" y comprometió el apoyo financiero del Igape al grupo IFFE "si cumple los requisitos". "Sí he de decir que hay aproximaciones bastante importantes con una de las propuestas para reactivar la capacidad de ese centro", afirmó el presidente.

Todos los grupos que son candidatos a tomar el relevo de la planta, tanto IFFE como los gallego-navarros, aseguran estar ahora a la espera de una decisión del Ministerio de Defensa, quien el jueves comunicó que serían estos grupos los que deberían "ponerse de acuerdo en la transferencia de la concesión" con General Dynamics, siendo el Ministerio el encargado de evaluar esa transferencia.

La multinacional no quiso hacer declaraciones pese a que en los últimos meses aseguró, paradójicamente, estar a la espera de una decisión política para proceder a la gestión del relevo.

Los trabajadores de la fábrica de armas se mantienen en vilo a la espera de un desenlace, al tiempo que alertan de que la próxima semana la multinacional comenzará a retirar material fundamental para el futuro proyecto. Ayer, la plantilla celebró una asamblea y el presidente del comité de empresa, Roberto Teixido, convocó una rueda de prensa para el lunes.

Los 45 extrabajadores de la fábrica de armas afiliados a la CIG, por su parte, han registrado ante Defensa un escrito dirigido al ministro, Pedro Morenés, en el que exigen al Gobierno una "solución real" que incluya a la totalidad de los 172 despedidos. Además, los representantes de la CIG ya han mantenido un encuentro con responsables del proyecto gallego-navarro y permanecen a la espera de ser recibidos por IFFE.

Ninguno de ellos forma parte del grupo de 64 empleados que permanecen encerrados en la planta. Estos últimos, que ya firmaron el acuerdo con IFFE y que están encabezados por el presidente del antiguo comité, Roberto Teijido, forman parte de UGT.

Desde los partidos de la oposición, por su parte, el PSOE reclama al alcalde, Carlos Negreira, "que ejerza el peso político que se le supone ante el Gobierno de Mariano Rajoy". La respuesta se la dio ayer mismo el portavoz del Ejecutivo local, Julio Flores, quien delegó en las empresas interesadas en reactivar la factoría la misión de ponerse en contacto con Defensa. "El Gobierno local no es quien tiene que ponerse en contacto con el Ministerio", sentenció.