El Plan Estratégico de la Universidade da Coruña (UDC) en el que define las bases y objetivos académicos y científicos entre este año y 2020 fue aprobado ayer por el Claustro con el apoyo del 63% de sus miembros, aunque entre críticas de quienes no lo respaldaron por reprocharle que "no se ajusta a la realidad universitaria".

La sesión sometió además a votación las líneas generales de la programación plurianual y presupuestaria hasta 2015, un documento que también fue aprobado con el 61% de apoyos y del que algunos apartados relacionados con la dedicación del personal docente, los recortes en proyectos y las inversiones pendientes en los campus fueron censurados por representantes del Claustro.

De los 143 claustrales presentes en el Rectorado para la primera votación, 91 apoyaron el Plan Estratégico 2013-2020, 8 se pronunciaron en contra y 44 se abstuvieron. La vicerrectora de Planificación Económica e Infraestructuras, Amalia Blanco, definió el programa como "un plan vivo" y elogió la contribución en su redacción de más de 100 personas de la comunidad universitaria. En un lado opuesto se manifestaron algunos miembros del Claustro que pidieron la palabra para considerar el plan una "mera declaración de intenciones" con "vagos objetivos y lugares comunes" y criticarlo porque "contrasta fuertemente con el día a día de la realidad académica" o porque expone valores y objetivos "de una universidad virtual".

Blanco apuntó que el plan trata de que los sectores universitarios mantengan posturas consensuadas; matizó que se puede actualizar todos los años en función de sus resultados y de las necesidades que marque el contexto; y alentó a que cada centro docente elabore sus propios planes alineados al plan general de la UDC. Recalcó además que sus apuestas principales son abrir la institución a la sociedad, fomentar la colaboración con otras entidades, favorecer la empleabilidad de los alumnos e impulsar la internacionalización.

El sector crítico se ajustó a otros argumentos. El profesor Jordi Delgado censuró la falta de concreción de las actuaciones que el plan propone y cuestionó indicadores y porcentajes de mejora que el texto señala. Luis Castedo aludió a "graves problemas de financiación", ante lo que se preguntó "qué más se va a poder hacer"; además recordó que Galicia pierde cada año más universitarios y hay más dificultades para contratar a investigadores. Xosé Lois Fernández reprochó a la UDC por "no ser consciente del peso inmenso" de la Universidad en el municipio y dudó de su competitividad. Y Alejandro Pazos apuntó sus dardos a la "penosa" situación del personal docente y administrativo y a las condiciones de algunos edificios. Otros profesores no fueron tan críticos, sino optimistas, pero opinaron que el plan es "mejorable".

La votación de las líneas generales de la programación presupuestaria 2014-2015 congregó a menos claustrales, 126. Los votos favorables fueron menos que en el anterior sufragio, 77, y los contrarios, más, 20; hubo 29 abstenciones.

En respuesta a una consulta de un profesor, la vicerrectora detalló que la próxima ampliación del Citeec costará 2,2 millones de euros; el acondicionamiento del CICA, unos 3 millones; y la primera fase del Campus Center, 700.000 euros.

Tras las votaciones, el Valedor Universitario, Enrique Martínez Ansemil, presentó su informe de gestión anual, que recabó 84 consultas y 44 quejas de la comunidad universitaria. En su exposición recalcó a modo de alerta que la crisis económica está causando que muchos estudiantes abandonan el sistema universitario y instó a promover métodos que permitan al alumnado compaginar la vida laboral y familiar con la académica.