El bar, espejo cultural de la comunidad y del pueblo, radiografía a sus usuarios y, por extensión, a su entorno. Por su diseño estético, por el menú de productos, por su ambiente musical o por los clientes que lo frecuentan, se conocen los hábitos del consumidor y los comportamientos de la sociedad. En los bares se han adentrado esta semana una docena de miembros del colectivo Ergosfera, integrado por arquitectos y estudiantes de la Universidade da Coruña. A lo largo de la tarde y la noche del martes, y repartidos en dos grupos, visitaron once locales de hostelería del Ensanche inaugurados en los últimos cinco años, desde el comienzo de la crisis. Del experimento, el segundo de su proyecto Tomar Medidas, extrajeron unas conclusiones iniciales que coinciden en señalar que la hostelería actual se reinventa mientras "trabaja con el tiempo".

Trabajar con el tiempo es, según Ergosfera, reutilizar materiales, hacer parecer como viejo algo que en realidad es nuevo o recrear estéticas de otros ambientes en lugares completamente opuestos. También es inspirarse en diseños que se prodigan en otros países y diversificar áreas en un mismo espacio con diferente mobiliario y decoración.

El terreno de exploración de los investigadores de Ergosfera incluyó locales como Barlovento, Constante o La Urbana y abarcó zonas y calles como Federico Tapia, Durán Loriga o San Andrés. Son bares de reciente apertura en los que tomaron nota de las características estéticas del local (mobiliario, materiales, acabados, iluminación...), de productos a la venta y precios para extraer perfiles de sus clientes y definir actitudes dominantes en la sociedad actual. En algunos casos se consultó a propietarios, quienes explicaron por qué optaron por un diseño concreto de negocio.

Más que a una finalidad descriptiva, el proyecto apunta a dimensiones sociológicas. "Hacemos una lectura social de un fenómeno urbano a través de nuestras visitas a locales donde suele ir gente joven y que ahora son espacios sociales que están de moda, son cool", resumen los miembros de Ergosfera, que recalcan que ahora la hostelería también vende artículos no alimenticios y organiza cursos o actividades.

Los datos de esta "estética de la crisis" fueron recabados el martes y hoy serán presentados en el espacio de intervención cultural Normal, en la Facultad de Ciencias de la Educación. Tomar Medidas arrancó su serie de proyectos la semana pasada con una ruta a pie por la avenida de Arteixo para analizar la transformación de la zona. Hasta finales de enero Ergosfera regresará a la avenida de Arteixo, visitará centros comerciales y estará en la glorieta Eduardo Diz López, en A Grela.